A la hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón, Carlos Falcó, no le gusta la cabalgata del Orgullo Gay. Tamara Falcó ha dado muestra una vez más de sus surrealistas argumentos contra todo lo que no es de su agrado durante un acto como embajadora de los electrodomésticos LG. Según recogen varios medios dijo: 

"A mí la cabalgata del Orgullo no me gusta nada. No me gusta por la estética. No porque tenga nada en contra de los gays, es más, tengo muchos amigos gays, pero es que esos amigos comparten mi misma opinión. Entiendo lo que defienden, pero lo que no comparto es la estética. Si ellos consideran que así lo defienden... Cada uno defiende su casa como cree oportuno, pero yo no estoy de acuerdo. Jamás me veréis en una carroza".

Tamara Falcó, de profundas convicciones religiosas, defendió sin embargo que está de acuerdo con las reivindicaciones del Orgullo Gay, que lo que no le gustan son las formas.

Pese a ser embajadora de electrodomésticos, Tamara Falcó reconoció que nunca pone una lavadora -"tenemos servicio en casa y por lo tanto no hay necesidad". Actualmente vive en Puerta de Hierro con su madre después de pasar un tiempo independizada. Pero lo suyo es por estar acompañada...

"La verdad es que mi madre pasa muy poco tiempo en casa y la suya es una vivienda muy grande y a mí me encanta estar ahí y estar acompañada. Cuando me independicé, a veces me sentía sola y ahora me gusta la sensación de tener cerca a mi familia. Creo que si me fuera de casa de mi madre sería para irme con amigos".

Tamara Falcó protagonizó recientemente una polémica cuando se movilizó en Twitter contra Pablo Iglesias por pedir que se suprimiese la emisión de misas en TVE.