Si algo quedó claro este jueves durante la declaración de Mariano Rajoy ante el Tribunal Gürtel con motivo de la presunta financiación ilegal de su partido es que las responsabilidades penales y las responsabilidades políticas transitan por caminos bien diferentes. El presidente del Gobierno salió ileso del interrogatorio, judicialmente hablando. Rajoy admitió la existencia de sobresueldos aunque los llamó “complementos” salariales y aseguró que se declaraban a Hacienda, al tiempo que testificó que echó a Francisco Correa después de que Álvaro Lapuerta, por entonces tesorero, le advirtiera de ciertas irregularidades. El “testigo Rajoy” siempre estuvo allí, bien como director de campaña, vicesecretario o presidente, pero se desvinculó de la rama financiera del Partido Popular y salió indemne del vía crucis. Sin embargo, una cosa es la rama procesal y otra la política, por lo que Rajoy aún tendrá que dar muchas explicaciones.

Ya lo anunció Pablo Iglesias tras la declaración del presidente ante el Tribunal Gürtel: “Hablaré con Pedro Sánchez”. Dicho y hecho. Los secretarios generales de Podemos y PSOE respectivamente han acordado este jueves solicitar, de manera conjunta, la comparecencia “urgente” de Rajoy en el Pleno del Congreso de los Diputados para “explicar por qué no asume las responsabilidades políticas por los casos de corrupción de su partido, que le han llevado a declarar en la Audiencia Nacional”. Las portavoces parlamentarias Irene Montero y Margarita Robles serán las encargadas de coordinar la iniciativa.

Ciudadanos se opone

El secretario General de Ciudadanos, José Manuel Villegas, compareció ante los medios de comunicación para valorar la declaración de Rajoy. Aseguró que fue “poco creíble” su versión porque era director de campaña y que “sobra sospecha”, lo que es “muy grave”. Sin embargo, los naranjas han decidido mantener un perfil bajo y ya ha anunciado que no apoyarán la iniciativa de llamar al presidente del Gobierno para que explique sus vínculos con la corrupción de su partido y analizar el papel que jugó mientras los empresarios entregaban donaciones en negro -las mordidas de toda la vida- a cambio de adjudicaciones públicas.

La razón que aluden es que Rajoy ya está citado en la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP. Una Comisión que los populares intentan torpedear, dinamitar y dilapidar con sendos recursos ante la Mesa del Congreso y ante el Tribunal Constitucional.

Rajoy interrogado por la corrupción: ¿La primera de muchas?

La imagen que nos dejó Mariano Rajoy este miércoles, a pesar de los favores y privilegios de los que gozó gracias al presidente del Tribunal Gürtel, Ángel Hurtado, fue ignominiosa. Todo un presidente del Gobierno siendo interrogado en sede judicial por el macrocaso de corrupción por antonomasia, acaecido en el seno de su partido. Una instantánea que, a ciencia cierta -o casi-, se repetirá.

Sánchez e Iglesias pedirán su comparecencia en el Pleno del Congreso y debería acudir a la Comisión de Investigación sobre la presunta caja B. Pero, como venimos advirtiendo, una cosa es responder en sede judicial y otra en sede parlamentaria. No obstante, Rajoy tiene varias papeletas para repetir su visita a un juzgado.

Y es que, la trama Gürtel es tan amplia que se divide en 12 piezas separadas, una de ellas la relativa a los Papeles de Bárcenas, causa que detalla la entrega de sobresueldos a cargos del PP, entre ellos el propio Rajoy. Unos pluses, o “gastos de representación”, tal y como los llamó la actual tesorera del PP, Carmen Navarro, cuyo origen era ciertamente irregular: se recaudaban fondos a través de donaciones en negro realizadas por empresarios a cambio de la adjudicación de contratos públicas.

El nombre de Rajoy aparecía en esos documentos y el propio Bárcenas confirmó que “claro que conocía [Rajoy] la caja B. ¿Cómo no la va a conocer si Álvaro Lapuerta le entregaba sobres?”.  En consecuencia, y siguiendo con la premisa de que por los sillones que ocupaba tiene cierta información que seguro que al tribunal le resulta interesante, Rajoy podría ser citado en el marco de los Papeles de Bárcenas o en alguna de las otras 10 piezas.