El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha regresado este martes al Congreso de los Diputados para presidir la reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Un encuentro cuyo objeto era, además de tratar las propuestas que se debatirán, solemnizar la nueva dirección del Grupo. Sánchez ha utilizado su intervención inicial para invitar a Ciudadanos y Podemos a “caminar juntos”. Una invitación que no ha recibido el Partido Popular, ya que la formación ha sido receptor de unas palabras bien distintas.

La preocupación por la victoria de Sánchez en las primarias socialistas es evidente en las filas del PP. Acto si, acto también, declaración sí, declaración también, el PP habla del PSOE y muestra su preocupación por lo que califican de podemización. El presidente del Gobierno ha instado en varias ocasiones a Sánchez a moderarse, y éste le ha respondido este martes: “Rajoy nos pide moderación, yo le pido decencia”, ha espetado el secretario general socialista haciendo referencia a la particular reunión de varios integrantes de la cúpula del PP de los 90’ en la Audiencia Nacional, donde tienen que declarar en calidad de testigos en el marco del caso Gürtel.

Hernando, al ataque

Unas palabras que no han caído en saco vacío. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha respondido al “renovado” líder socialista, denunciando el “el tono faltón y descalificador” empleado por Sánchez durante la mañana de este martes en una reunión del Grupo Socialista en el Congreso. “Me hubiera gustado haberle escuchado más propuestas y menos insultos esta mañana”, a lo que ha añadido quesi lo hace para disimular sus carencias y errores, (Sánchez) no está siguiendo ni eligiendo el camino más adecuado”.

Unas palabras, cuanto menos, sorprendentes, dado que Hernando es el más polémico y faltón del Hemiciclo. De hecho, durante el debate sobre la moción de censura planteada por Podemos contra Mariano Rajoy, el portavoz parlamentario del PP provocó las lágrimas de su homóloga en Podemos, Irene Montero, con un comentario sumamente machista sobre la relación sentimental que mantiene la portavoz con Iglesias.