Madrid volvió a superar en 2014 los límites establecidos por la Unión Europea para la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2), un compuesto químico generado principalmente por el tráfico. Se trata, según un informe presentado por Ecologistas en Acción, del quinto año consecutivo en el que la capital rebasa el tope fijado por la Comisión Europea y que desde 2010 es obligatorio para todos los Estados miembros.

Madrid contaminadoEsto contestaría la pregunta del titular, son las razones por las que la Unión Europea nos tiene bajo vigilancia, pero, además, en lo que va de 2015 ya ha vulnerado los límites para todo este año. Sin embargo hay más razones por las que la Unión Europea tiene a España en el punto de mira por la mala calidad del aire de nuestras ciudades: ciudades como Madrid tienen planes, como el Plan de Calidad del Aire - 89 - 2011-2015. El problema es que no se cumplen.

Dos ejemplos de este plan de la capital de España:

-“Se regulará que el conductor deberá apagar el motor transcurridos 2 minutos desde el estacionamiento, aún cuando permanezca en el interior del vehículo. La medida se articulará a través de la correspondiente ordenanza municipal” –¿la realidad?: los infractores no son sancionados-.

-“Con el objetivo de aprovechar las ventajas que aporta la peatonalización integral, particularmente sus efectos de reducción de las emisiones del tráfico, y de acuerdo con el fin perseguido con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la que se pretende focalizar con mayor intensidad aquellas medidas que ya forman parte de la política de movilidad municipal, la presente medida tiene como objetivo seguir impulsando nuevas peatonalizaciones integrales, de modo que el peatón pueda seguir recuperando espacio en detrimento del vehículo. A tal efecto, tras los oportunos estudios de viabilidad, en los próximos años se llevarán a cabo los proyectos de peatonalización en calles que, por su ubicación y elevada incidencia de acceso comercial y cultural pueden resultar claramente beneficiadas como es el caso de Carretas, Cava de San Miguel, Travesía del Arenal, Plaza de Celenque o el entorno de Conde Duque que, en total sumarían más de 7.000 m2”. Nada o casi anda se ha hecho al respecto, ahora se anuncia como gran medida que el ayuntamiento prohibirá, a partir de marzo, la circulación de vehículos por el centro si se dispara la contaminación.

Es posible vivir sin contaminación Es posible vivir sin contaminación



Y una confesión de impotencia y fatalismo del ayuntamiento: “Que de los turismos que circulan por Madrid, los de gasóleo generan el 98,5% de las emisiones de NO2 debido a que el 68,7% de los recorridos corresponden a vehículos de gasóleo, y • Que el 96% de los turismos de gasóleo tienen menos de 10 años de antigüedad. En suma el estudio concluye que la caracterización del parque circulante de Madrid condiciona el margen de medidas que cabe adoptar para reducir sus emisiones desaconsejando aquellas que supongan restricciones del tráfico basadas en su antigüedad y ratio de emisión por cuanto afectarían a casi el 70% del tráfico de vehículos privados motorizados de la ciudad”.

Pero no sólo es Madrid la que proclama su casi impotencia, Cataluña aprobó, en septiembre de 2014, un nuevo plan para la mejora de la calidad del aire que además de la restricción de velocidad prevé tres grandes medidas. Una, reducir a la mitad el precio del transporte público. Dos, aumentar un 25% el precio de los aparcamientos públicos y peajes; y tres, fijar protocolos de reducción de la contaminación en cementeras y centrales eléctricas del área metropolitana.

Las dos primeras, no podrán entrar en vigor hasta la puesta en marcha, durante este año, del nuevo sistema de pago del transporte público integrado, la T-movilidad. Una implantación que supondrá una inversión de casi 60 millones de euros: una cifra que además de todo el sistema informático que lo soportará incluye también cambiar maquinaria como los tornos de acceso al metro o los trenes de cercanías. ¿La disculpa? La consabida crisis.