Ñoquis con salsa de tomate.

¿Con qué?

Si hacemos los ñoquis en casa: un kilo de patatas, un huevo, harina de trigo refinada, sal, queso rallado (el parmesano es el más adecuado) y aceite de oliva virgen. La salsa de tomate: cuatro tomates grandes maduros, una cebolleta mediana, sal, azúcar, orégano y aceite de oliva virgen extra.

¿Cómo?

Los ñoquis se pueden comprar hechos en algunos establecimientos que ahora proliferan de pasta fresca. Si decide hacerlos en casa, se ponen las patatas a hervir durante veinticinco minutos con sal y cuando estén se pasan por el pasapuré, se les echa el huevo entero y se amasa con unos doscientos gramos de harina, si la masa está muy dura se le puede añadir unas gotas de aceite de oliva. Una vez que la masa esta flexible se corta en tiras como de centímetro y medio y después se va cortando en trozos de dos centímetros y se hace un aplastamiento con un tenedor y se envuelve. Se cuecen en abundante agua hirviendo y se sacan con una espumadera según van saliendo a la superficie. Al mismo tiempo se ha preparado la salsa de tomate vertiendo en una sartén dos cucharadas de aceite, echando cebolleta cortada en daditos y cuando empieza a transparentarse, se añade el tomate pelado y cortado en dados, se deja cocer durante quince minutos, se sala, se pellizca de azúcar, se deja dos minutos más y listo para servir. Servimos los ñoquis con salsa de tomate y queso parmesano rallado.

Croquetas de la abuela.

¿Con qué?

Doscientos gramos de jamón serrano, uno o dos huevos, una cebolla mediana, harina, leche, aceite de oliva, nuez moscada, pan rallado y sal.

¿Cómo?

Esta es una receta de autora -muy querida para este amanuense- mi mujer la aprendió de su madre, Soledad. En una sartén, del tamaño adecuado al número de croquetas que queramos hacer, vertemos dos cucharas de aceite de oliva y rehogamos una cebolla mediana cortada en trozos pequeños a fuego lento. Una vez pochada añadimos el jamón muy cortado y mezclamos bien durante tres minutos. Cuando todo está blando espolvoreamos dos cucharadas de harina, subimos un poco el fuego y removemos bien para que toda la harina se tueste sin quemarse. Separamos la sartén del fuego y vertemos leche, en torno a medio litro, se sala y se raya un poquito de nuez moscada. Ponemos de nuevo la sartén en el fuego –lento- y removemos durante el tiempo necesario para que la masa se ligue. Aquí la paciencia es la calve. La masa estará al hacer borbotones y separarse fácilmente de la base. Se deja enfriar, primero a temperatura ambiente y después en la nevera -la masa debe prepararse el día anterior-. La última operación es manual, también se puede hacer con dos cucharas, cortando la masa y redondeando para prepararlas en forma de bola u ovaladas, se pasan por el huevo batido, el pan rallado y se fríen en abundante aceite bastante caliente pero teniendo cuidado que no estallen -para evitar eso sacar la masa de la nevera una hora antes de hacerlas-. Servir con ensalada, verde es la más adecuada.

Fruta del tiempo.