El remake de 'La Bella y la Bestia' desataba esta semana la polémica por la condición sexual de LeFou, el secuaz del villano Gaston. Josh Gad se mete en la piel del que es el primer personaje abiertamente homosexual de Disney. Pero la controversia en torno a la película que dirige Bill Condon no ha acabado aquí. Él mismo, ha confirmado a la revista Attitude Magazine que el film esconde un mensaje tras de sí.

Según el realizador, la historia original de la película de 1991 es una metáfora del SIDA, algo que se desconocía hasta ahora. La intrahistoria tiene como protagonista a Howard Ashman, compositor de las letras de las canciones de la cinta, que falleció en el mismo año en que se estrenó el film.

Ashman contrajo el SIDA en 1988, mientras trabajaba en el proyecto de la película de Disney. Su figura sería el trasunto del personaje de la bestia, que "fue maldecido y esta maldición trajo consigo un gran dolor en las personas que le rodeaban", asegura el propio Condon.  Del mismo modo, prosigue el director, como se dice en el film, podría existir "la posibilidad de un milagro, una forma de que la maldición se esfumara".