María Dolores de Cospedal esta vez sí quiere entrar en el Gobierno de Mariano Rajoy, según fuentes del PP castellano-manchego consultadas por ELPLURAL.COM, que aseguran que la lideresa manchega no aceptará un ministerio de segundo rango, sino una cartera mediática, importante y con potente dotación económica, y que “no le queme por si acaso decide volver a presentarse a las elecciones autonómicas de Castilla La Mancha en 2019, algo, hoy por hoy, improbable”. De ahí que en el partido se pregunten estos días ¿qué ministerio le tiene reservado Rajoy a Cospedal?, máxime si este otoño deberá dejar, sí o sí, la secretaría general tras ocho polémicos años al frente de la organización territorial de la formación conservadora, tiempo en el que han aflorado decenas de casos de corrupción sin que Cospedal haya sido capaz de frenarlos; todo lo contrario, sus intervenciones han entrado en los anales periodísticos de los despropósitos, situando en no pocas ocasiones al PP a los pies de los caballos.

Cerca de Mariano Rajoy

Lo que está claro es que Mariano Rajoy la quiere cerca de él, a su vera, ya que considera la como uno de los baluartes del partido, con la que en los últimos meses ha estado más ligado que con su vicepresidenta en funciones y número dos de su candidatura por Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría, “enemiga” íntima de Cospedal con quien mantiene un cainita enfrentamiento que ha provocado ya “demasiados cadáveres políticos”, añaden. De ahí que Rajoy tenga que hacer encaje de bolillos para situar a su secretaria general en la “pole position” de su nuevo Gobierno (si es que llega a formarlo), eso siempre y cuando no reciba el rechazo de los posibles socios que permitan al presidente en funciones revalidar su cargo. Y es que Cospedal tiene muy mala prensa entre la clase política española, pocos líderes de otros partidos la valoran y, prácticamente, todos los barones del PP llevan años pidiendo a Mariano Rajoy una nueva cara en la secretaría general del partido.

Maíllo, posible sustituto

Cambiar a Cospedal al frente de la secretaría general no tiene mayor problema, pero situarla en el Gobierno al mismo nivel de Sáenz de Santamaría, eso, es otro cantar. De cualquier forma, la vicepresidenta en funciones puede estar satisfecha porque un hombre de su máxima confianza y destacado “sorayo”, el actual vicesecretario de Organización y Electoral del Partido Popular, Fernando Martínez-Maíllo, que viene haciendo las veces de Cospedal desde principios de año, se perfila como sustituto de ésta, a quien le ha restado muchísimo poder desde que Rajoy decidiera sacarlo de la Diputación de Zamora y traerlo a Génova para hacerse poco a poco con las riendas del partido, junto a las nuevas caras que se instalaron en la séptima planta en junio de 2015, relegando a Cospedal a un papel meramente testimonial, tanto como para arrebatarle la organización de la campaña electoral y entregársela al “fontanero” de La Moncloa y mano derecha del presidente, Jorge Moragas, verdadero artífice de la “victoria” del PP el 26-J.

Los manchegos cierran filas con su lideresa

Pero mientras que la mayoría del partido quiere a Cospedal fuera de la secretaría general y tampoco “dan palmas con las orejas” como posible ministra, en Castilla La Mancha se deshacen en elogios con su presidenta regional, asegurando, incluso, que “el papel jugado por Cospedal  en la búsqueda de acuerdos con otros partidos es muy importante”, asegura el portavoz del Grupo Popular en las Cortes castellano-manchegas, Francisco Cañizares, quien va más lejos todavía al precisar que: “su capacidad de liderazgo y diálogo puede evitar unas terceras elecciones”. ¿Dialogante Cospedal? Qué se lo pregunten a los agentes sociales, a los partidos políticos o a las asociaciones de Castilla La Mancha. Y no sólo eso, presumen del resultado obtenido en esta comunidad el pasado domingo. “Hemos vuelto a ganar las elecciones y quiero dejar muy claro que hay una figura fundamental, la de Cospedal, que ha sido la verdadera artífice de la victoria”, dice el secretario general del PP en la comunidad, Vicente Tirado, autor en la sombra de la exitosa campaña protagonizada por Cospedal, a pesar de haber cosechado el peor resultado del PP en los últimos 25 años en tierras de Don Quijote, que desde que ella decidió encabezar el cartel electoral, el 20-D, los “populares” han perdido 200.000 votos y 18 puntos, aunque, eso sí, el 26-J recuperaron 28.883 votos y 4,65 puntos, lo que le valió para arrebatar a Ciudadanos dos diputados. La Ley D'Hondt la carga el diablo y los llamados restos hacen lo demás.

El PSOE ve a Cospedal en el Gobierno

Y esta es la verdad, Cospedal consiguió un diputado más en Toledo por 1.208 votos que perdió C’s. De ahí que los socialistas recuerden al eufórico Vicente Tirado que las elecciones generales nada tienen que ver con las autonómicas, de hecho el PP lleva ganando en Castilla La Mancha todas las citas nacionales desde 1993, y perdiendo en los comicios regionales desde 1983, salvo en el cuatrienio 2011-15, que gobernó Cospedal. Por eso, el Portavoz del Gobierno de García-Page recuerda a los conservadores que: “si en el PP han decidido hacer una lectura autonómica de algo que es nacional, se les escapa que dos de cada tres castellano-manchegos ya votaron para que se fuera Cospedal y ahora la han votado para que la haga ministra Rajoy y se vaya definitivamente de Castilla-La Mancha”.