Llegó la hora en la que Mariano Rajoy, tras saludar al Rey, debía explicar a la ciudadanía -del modo que pudiera - las bondades del Partido Popular con la garantía de que TVE, la televisión pública, se encuentra en manos de la derecha. Así que los vetos a periodistas malos y los colegas castigados por órdenes directas de Don Mariano, son un silencio evidente.

Fueron invitados a salir dos periodistas mientras llegaba el Sr. Rajoy. Uno era Víctor Arribas y el otro, Fernando Jáuregui. Ambos acostumbran a tocar el violín y procuran no meterse en caminos de once varas.

Todo apunta a que es probable que, tal como andamos, el PP de Rajoy pueda tener más suerte que un gato panza arriba

Habló este presidente que, incluso durante estos días, continúa mostrándose claro y optimista. Nadie recordó –no quiso él recordar, mejor dicho- que desde las últimas elecciones en las Navidades del pasado año hasta ahora, la corrupción se ha multiplicado brutalmente entre los populares. Pero sobre eso el líder de los chorizos dice, de cuando en cuando, que él jamás sabía nada de nada.

En estas estamos. Y todo apunta a que es probable que, tal como andamos, el PP de Rajoy pueda tener más suerte que un gato panza arriba. Es verdad que Pedro Sánchez ha hecho cuanto ha podido a lo largo de sus viajes por el desierto inacabable. Sin embargo, peor que el desierto ha sido tener que aguantar a la vieja guardia y a ciertos sectores que le han abierto la puerta a la reina andaluza junto a sus amigos y amigas que sueñan con el poder, desde hace ya muchos años.

¿Ganará, por fin, Pablo Iglesias y su obsesión de cargarse al PSOE? ¿Por qué Sánchez no ha querido pactar con Joan Baldoví, portavoz valenciano de Compromís en el Congreso de los Diputados? ¿Ha sido un error de Pedro Sánchez?