El Tribunal Supremo ha denegado este martes la custodia compartida de sus dos hijos a un hombre de Gernika (Vizcaya) que fue condenado por un delito de amenazas a la madre. Según han relatado, la existencia de violencia de género hace algo más que ilustrar que no hay una buena relación entre los progenitores, por lo que es prácticamente imposible que funcione el régimen compartido y que este beneficie a los menores.

"Constituye premisa necesaria para acordar el régimen de guarda y custodia compartida que entre los padres exista una relación de mutuo respeto", dice el Supremo antes de apuntar que tal ambiente es imposible cuando uno de los dos, el hombre en este caso, ha sido condenado por amenazas.

Por ello, el tribunal ha decidido que la guarda y custodia de los mejores, de seis y ocho años, quede en manos de la madre. La decisión contradice lo impuesto por la Audiencia de Vizcaya, que si consideró que ambos padres debían compartir la custodia de sus hijos pese a la existencia de una sentencia por amenazas.

“Esto va a acabar mal para todos”
La realidad es que, hasta el momento, la madre habría cumplido con los regímenes de visitas impuestos tras el divorcio. Fue exactamente en una de estas entregas de los menores cuando se produjeron las amenazas.

"Como no me den la custodia compartida te arranco la piel a tiras, como me quites la custodia compartida, aunque sea lo último que haga, te meto una hostia aquí mismo, mentirosa de la hostia, esto va a acabar mal para todos, perra de la hostia, te va a tocar la gorda, la gorda te va a tocar", le dijo a su exesposa el 6 de enero de 2015.

Ahora, el Supremo ha asegurado que "una cosa es la lógica conflictividad que puede existir entre los progenitores como consecuencia de la ruptura y otra distinta que ese marco de relaciones se vea tachado por una injustificable condena por un delito de violencia de género que aparta al padre del entorno familiar y de la comunicación con la madre". Aun así, los niños y la madre deberán cumplir con el régimen de visitas que se imponga.