La alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós, junto al resto de concejales de la CUP en el Ayuntamiento. Foto: CUP



El nuevo Gobierno de la CUP en Berga (Barcelona) ha retirado el crucifijo que presidía la sala de plenos porque “el Ayuntamiento es una institución laica”, y “la casa de todos” en la que “todo el mundo ha de sentirse cómodo”. El grupo municipal de CiU le reprocha que la decisión se tomara de manera unilateral.

El crucifijo será conservado en el Museu de Berga
El crucifijo, que hasta el pasado 13 de junio presidía la sala de plenos del Ayuntamiento, será exhibido al público en el Museu de Berga, según adelanta Regió7.

La concejal de la CUP, Silvia Armengou, ha explicado que su partido no “encuentra lógico que en el Ayuntamiento haya un símbolo de la religión católica cuando el Consistorio es una institución laica", que es “la casa de todos y, dejando a un lado la devoción religiosa, todo el mundo ha de sentirse cómodo".Armengou ha justificado que se retirara el crucifijo “de forma discreta” porque se pretendía evitar que alguien se pudiera sentir “ofendido”.

Investidura de la nueva alcaldesa en el pleno del ayuntamiento, donde permanecía colgado el crucifijo. Foto: Cuenta de Twitter de CUP de Berga



Protesta de CiU
El Grupo municipal de CiU ha criticado la decisión del nuevo Gobierno municipal resaltando que se trata de una decisión adoptada “de forma unilateral”, y que “no ha habido comunicación previa a los grupos municipales ni a la ciudad”. A continuación, ha pedido a la CUP que “cuide más las formas y el diálogo”.CiU ha recordado que en 2007, cuando se decidió retirar la imagen del Rey Juan Carlos, se hizo mediante una votación previa del pleno del Ayuntamiento.

El Ayuntamiento de Berga está constituido tras las elecciones de mayo por 6 concejales de la CUP, 6 de CiU, 3 de ERC, 1 de ICV  y uno del PSC.