Hace un año, al hacerse público que Zerolo sufría un cáncer de páncreas, en el programa La Ratonera, del medio ultra Alerta Digital, el presentador aseguró que no le iba a causar "ninguna trauma" la enfermedad que sufría el socialista y aseguró que "no cambiaría la vida de mi perro por la de Zerolo". Le acompañó en su invectiva el sacerdote Calvo, quien calificó la enfermedad del socialista con un "castigo de la providencia".
La profecía de Calvo
Ahora, Calvo ha vuelto a intervenir en el programa para comentar el fallecimiento de Zerolo y reivindicar sus palabras, asegurando a quienes le criticaron que “tenían que haber creído en la profecía que yo ya dije, que los pecadores públicos pueden sufrir enfermedades como castigo divino”. El presentador le preguntó con ironía si había rezado estos días por el alma del fallecido y éste le contestó que "tengo santos más importantes a los que rezar", recoge el Ideal.
Sembrar y cosechar
Calvo vinculó las críticas recibidas a sus palabras como "el pataleo de la envidia y el pataleo de una conciencia revuelta" y volvió a insistir en el origen del cáncer de Zerolo, "porque los frutos de la virtud y del vicio se siembran aquí, en este mundo, y lo que se siembra se cosecha".
Ossoro, un "canalla"
El presentador también tuvo tiempo de criticar a la "jerarquía herética y errática" de la Iglesia debido a que el arzobispo de Madrid, "un tal Ossoro", llamó al marido de Zerolo para darle el pésame. "A mí me parece bien, siempre y cuando ese mismo canalla hubiera hecho lo mismo con la viuda de Blas Piñar [fundador de Fuerza Nueva vinculado siempre al franquismo] o de Licinio de la Fuente [ministro de Franco], que hicieron infinitamente más por los intereses de los católicos en España de lo que Zerolo hizo nunca".
La masonería
Robles también recomendó a los obispos españoles que "deberían enterrar o guardar a buen recaudo el crucifijo y sustituirlo por la escuadra y el compás". El presentador siguió acusando veladamente a los obispos y al Papa de ser masones: "Estos son más fieles a la escuadra y al compás que al crucifijo, desde el Papa hasta el arzobispo de Madrid, pasando por el de Málaga". Algo que suscribió Calvo: "La masonería está metida en el Vaticano".
