El 46,4% votaría suspender la autonomía
Según la encuesta de El Mundo, un 46,4% de los encuestados cree que el Gobierno central debería suspender la autonomía de Cataluña si Mas convoca la consulta, frente a un 37,6% de los que se opondrían a esa medida. Asegura que un 65,6% de los votantes del PP son partidarios de llegar a cancelar la autonomía de Cataluña. Entre los electores socialistas, un 35,4% apoyaría la medida frente al 48,7% que sería partidario de buscar otra solución. Los españoles en su conjunto están convencidos, según El Mundo, de que CiU y ERC llevarán a cabo su desafío. El 50% opina así.
El 79% de los españoles quiere decidir
Un 79% de los entrevistados, prácticamente cuatro de cada cinco, cree que todos los españoles deberían decidir sobre la posible separación de Cataluña, frente all 17,6% que piensa que sólo tendrían que votar los catalanes. La posición mayoritaria es compartida por los votantes de los principales partidos. Un 95% de los del PP, un 81,8% de los del PSOE, un 69,2% de los de IU y un 96,8% de los de UPyD se inclinan por que voten todos los españoles.
La Razón despierta a la Cataluña real
Por su parte, La Razón dice que “despierta la Cataluña real” y que la “independencia pierde fuelle”. El rechazo al secesionismo “sube cuatro puntos”, asegura el diario marianista.
Bajada de décimas
De acuerdo con este sondeo, el 39,3 por ciento de los catalanes contestaría doblemente 'sí' a la hipotética pregunta de si quiere un Estado propio para Cataluña y si desea también la independencia. Es una bajada, subraya La Razón, porque hace cuatro meses, era un 40% el que contestaba afirmativamente a esas interrogantes. No sólo eso, según la encuesta aumentan los que responden ‘no’, en cuatro puntos, pasando del 38,8 por ciento del anterior sondeo al 42,9 por ciento actuales.
La independentista ERC, el partido más votado
Esta conclusión de La Razón, sin embargo, caza mal con la segunda parte de su encuesta que da como ganador en intención de voto a los independentistas de ERC, que aventajarían a CiU. Artur Mas perdería entre 15 y 17 escaños respecto a los 50 que obtuvo en las elecciones del 25 de noviembre de 2012, beneficiando a ERC, que incrementaría su grupo parlamentario en 12 o 13 escaños, alcanzando entre 33 y 34 diputados.
