Patricia Hernández, diputada PSOEDice Rouco Varela que el PP debe cumplir su compromiso electoral y cambiar la Ley del Aborto. Rouco no ha reclamado que el PP cumpla sus compromisos de crear 3,5 millones de puestos de trabajo, ni sobre no abaratar el despido, no dice nada del compromiso incumplido de no reducir el presupuesto en educación, ni de la supresión de becas, ni el de no tocar las pensiones, o los recortes gravísimos en Sanidad después de que en campaña, Rajoy dijera, que no reduciría su presupuesto, por recordar sólo algunos, de los incumplimientos del programa electoral.

Nos devolverán al tiempo de las mujeres tuteladas
Pide Rouco Varela que cambien la legislación sobre el aborto y Gallardón dice “amén”.

Así que, Gallardón nos mete en el túnel del tiempo y ante las instrucciones de la jerarquía eclesiástica, las mujeres dejaremos de disponer libremente de  nuestro cuerpo, nos llevarán a ese tiempo en que las mujeres debían ser tuteladas por otros, porque ellas no sabían lo que les convenía, volvemos a la minoría de edad permanente y a la criminalización continua.

¿Quiénes se creen que son para meterse en una decisión tan íntima?
Más de ciento diez mil mujeres decidieron no seguir con su embarazo el año pasado, y detrás de cada una de ellas, una situación personal que ni Rouco ni Gallardón conocen, que ni Rouco ni Gallardón ni nadie tienen derecho a juzgar.

¿Pero quiénes se creen que son para meterse en una decisión tan íntima? ¿Pero quiénes se creen que son para imponer su moral y obligarlas a ser madres? No se legisla por razones de conciencia, morales, religiosas o convicciones particulares del Ministro de turno, no se machaca la libertad de las mujeres, su autonomía, su dignidad, su libre desarrollo de la personalidad, su integridad física y psicológica porque alguien le diga al Gobierno que es pecado abortar.

Vuelta a la clandestinidad
No tiene ningún derecho Gallardón a criminalizar a las mujeres que han abortado alguna vez y llevar a la clandestinidad y por lo tanto a jugar con la salud y con la vida (sí, también con la vida) de las que se verán en esa situación en un futuro.

La Ley que nos presenta por capítulos Gallardón, no permitirá que las mujeres decidan si quieren ser  madres ante un embarazo no querido o no deseado, serán otros los que decidan por ella. Pero es que además no será causa para abortar la malformación grave del feto e incluso el ministro se ha atrevido a decir que el riesgo para la salud física y psíquica de la mujer embarazada dejará de ser “un pretexto” para abortar.

En el colmo del desprecio, no cree que sea importante nuestra salud, física y psicológica y lo llama “pretexto” para abortar.

Dos categorías de mujeres: las que tienen dinero y las que no
La Organización Mundial de la Salud, afirma que la prohibición del aborto no disminuye el número de éstos y que, sin embargo, restringirlo, provoca un aumento de abortos ilegales e inseguros.

¿A dónde nos llevan? Claramente a una nueva división de las mujeres en dos categorías: las que tienen dinero y las que no. Las primeras, las que conoce Gallardón, subirán a un avión e irán a una clínica cualquiera, de los 20 países de los 27 de la UE que tienen leyes como la nuestra. El otro grupo de mujeres, a las que ni Gallardón ni Rouco conocen (ni quieren conocer), volverán a jugarse la vida y la cárcel, como si fueran criminales, en clínicas clandestinas.

No nos estaremos quietas
Iremos al Constitucional y a donde haga falta. Haremos lo que tengamos que hacer, para que no se juegue con la vida y los derechos de las mujeres. No lo vamos a consentir. De ninguna forma nos estaremos ni quietas ni quietos ante esta nueva tropelía.

Patricia Hernández es diputada socialista en el Congreso

En Twitter es @PatriciaHdezGut