La pasada semana la agencia de calificación Moody´s difundió su informe sobre previsiones para varios países, entre ellos España. En dicho informa asegura que el Gobierno de Rajoy no cumplirá con el objetivo de déficit pactado con las autoridades europeas para este año, un 4,5%. Al Gobierno de Zapatero se le había fijado un déficit del 3% para este año, pero Rajoy consiguió una prórroga de un año más y dejarlo este año en un punto y medio más. Aún así tampoco cumplirá y por eso el gobierno español está negociando una nueva prórroga con Bruselas y Alemania, donde también saben ya que España no cumplirá lo acordado para este año. Tanto en Berlín como en Bruselas, el problema no es un décima más o menos, el problema es la credibilidad y la confianza en un gobierno y el español ha dilapidado mucha en tan solo un año de Gobierno.

Deutsche Bank: al Gobierno le falta coraje
El principal banco privado de Alemania considera que España debe realizar reformas valientes, especialmente para combatir la altísima tasa de paro juvenil, pero no ve ni "coraje" ni la "confianza" del pueblo español en su gobierno para conseguirlo. El economista jefe del Deutsche, David Folkers-Landau, ha criticado la "falta de coraje" del Gobierno de España para acometer las reformas necesarias. Para la mentalidad germánica es incomprensible que, con una tasa de paro juvenil superior al 50%, no se tomen medidas urgentes. David Folkers ha declarado a El Mundo que "el paro juvenil en España no es fruto de una demanda agregada insuficiente, sino de una política laboral errónea. Los trabajadores de más edad disfrutan de protección contra el despido mientras los jóvenes están en desventaja. Se puede corregir, pero las reformas son dolorosas". Además añade que esas reformas solo se pueden abordar si convencen a los ciudadanos de que las hacen por el bien del país "y para eso necesitan la confianza de su pueblo", algo que en su opinión no tiene el Gobierno español.

Las tres razones por las que Alemania no se fía de Rajoy
Por más que la propaganda mediática del PP y medios afines insistan en asegurar que con Rajoy España "ha recuperado la credibilidad perdida", no es cierto, al menos en Berlín y en Bruselas. No solo no la ha recuperado, sino que la desconfianza en el Gobierno de Rajoy ha aumentado por tres razones objetivas e indiscutibles:

1.- La primera, la negativa de Rajoy a elaborar unos Presupuestos Generales del estado hasta después de las elecciones andaluzas. Ni en Alemania ni en la Comisión Europea entendieron como con una crisis económica gravísima se perdían seis meses. Rajoy llegó a Moncloa con la prima de riesgo en 380 puntos básicos, ochos meses después llegaba a bordear los 700, nivel de quiebra técnica.

2.- En su primera cumbre europea, sin consensuarlo con nadie y sin avisar previamente a Ángela Merkel, Rajoy anunció que no cumpliría el objetivo de déficit pactado para 2.012 en el 6%. Lo hizo como un gesto de autoridad y de autonomía, vino a decir a Europa que a él nadie le imponía nada. La consecuencia fue que se dejó de comprar deuda española, la prima de riesgo escaló a 500 puntos básicos, luego a 600 y llegó a bordear los 700. El "orgullo patrio" de Rajoy nos puso al borde del precipicio, se tuvo que pedir el rescate a la Banca y Merkel y el BCE accedieron al salvarnos a cambio de dos ajustes brutales, el primero de 15.000 millones y el segundo de 65.000. Rajoy ha incumplido todo su programa electoral, subió impuestos, quitó pagas extras, puso copagos. Aprendió la lección.

3.- El error Montoro: Europa y el Banco Central Europeo hubieran preferido que el déficit pasar del 7% a que el Gobierno hiciera trampas para dejarlo por debajo del 7%. Para salvar el Debate del estado de la Nación de su jefe, Montoro pospuso pagos que debió hacer a finales de 2.010 para que el déficit se quedara en el 6,3%. Pero los "hombres de negro" supervisan las cuentas españolas, Bruselas descubrió la trampa y, por primera vez en la historia, corrigió el dato de un gobierno europeo: subió el déficit al 6,9% (casi el 7). En términos políticos no es un correctivo, es un bofetón. Y en la sede del todopoderoso ministerio de Finanzas alemán lo han dicho públicamente: "no es una cuestión de una décima más o menos d déficit, sino de credibilidad". A Rajoy no le van a pasar ni una más, por eso le han dado de plazo hasta finales de este mes para que presente nuevas 'reformas'.