El secretario de las infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga, a su salida de los Juzgados de Palma después de declarar durante cerca de dos horas y media ante el juez del caso Nóos. EFE El secretario de las infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga, a su salida de los Juzgados de Palma después de declarar durante cerca de dos horas y media ante el juez del caso Nóos. EFE



El secretario personal de las infantas, Carlos García Revenga, negó durante su declaración que tuviera ningún papel en el Instituto Nóos, a pesar de ser tesorero, “un título honorífico y sin responsabilidad”. En su negativa general, Revenga aseguró que no sabía por qué él y Urdangarin se fueron en 2006 de Nóos, a lo que el juez José Castro le recordó que supuestamente el rey Juan Carlos les había ordenado que dejaran ese negocio.

Según García Revenga, el ser tesorero del Instituto Nóos era “un título honorífico y sin responsabilidad” y que nadie le dijo cuáles serían sus funciones, más allá de acudir a él “para determinadas cosas”, según narra la Cadena SER.

“No hacía nada”
García Revenga contestó todas las preguntas del juez y en su declaración puso todo su empeño en quitar cualquier responsabilidad a la infanta Cristina. Según su secretario general, la hija del rey no hacía nada”. Respecto a Urdangarin, García Revenga afirmó que el yerno del monarca le pedía asesoramiento "para ver qué cosas hacía y cuáles no".

El Rey no sabía nada
"Doña Cristina está igual que yo, estamos en el Instituto Noos, de forma particular" afirmó Revenga, que negó continuamente vez que él y la Infanta figurasen en nombre de la Casa Real. Incluso, aseguró que el rey no sabía que él y la Infanta formaban parte de Nóos como tesorero y vocal, respectivamente.

La salida
Pero lo más curioso de su declaración es que García Revenga es incapaz de explicar por qué él y Urdangarin se marcharon de Nóos en marzo de 2006. Dice que simplemente le comunicaron que se acababa la actividad. A lo que el juez Castro responde: "Pues sería usted el único que no lo sabía porque todo el mundo sabe que se debió a una recomendación de Su Majestad el rey".

Firma falsificada
García Revenga solo asegura que Urdangarin le pidió que dimitiese, aunque no le explicó “el por qué”. Ni siquiera tuvo que firmar ningún documento: "Nadie me preguntó, nadie me dijo nada y me dijeron que ya no estaba". Incluso llega a reconocer que una de las firmas de las actas del Instituto Nóos no es suya, por lo que sería falsificada.