Como un coctel de sectarismo y arbitrariedad. Así ejecuta desde hace semanas la Radio Televisión Valenciana (RTVV) un ERE que, cuando culmine este verano, habrá dejado en las listas del paro al 73% de una plantilla que los gobiernos del PP duplicaron con personas afines para poder controlarla. La deuda, superior a los 1.200 millones, será asumida por todos los valencianos y la actual RTVV desaparecerá, dando paso en marzo a una nueva sobre la que distintas productoras afines al Partido Popular preparan sus estrategias para repartirse el pastel de una empresa que nacerá limpia de deudas.

“Gobiernos indecentes, directivos deshonestos”
La muerte de la televisión pública estaba más que anunciada porque los principios que auspiciaron su creación en 1989 –promoción de la lengua propia, objetividad, veracidad, pluralismo...,etc- se han pisoteado a lo largo de sus 23 años de existencia. Ahora es ya una televisión clandestina con una audiencia inferior al 4%. Como bien señala Julià Álvaro, uno de los periodistas despedidos, “la deriva de Canal 9 ha sido el producto de años de errores y de mala fe, de colocar siempre a los peores en los cargos más importantes, de despreciar al contribuyente, de olvidar la ley y de burlarse de la democracia. Años de gobiernos indecentes, directivos deshonestos, mercenarios genuflexos, trabajadores dóciles, profesionales inconscientes y una sociedad distraída”.



Si los principios fundacionales se conculcaron, los que han conformado el ERE se han basado en la selección de un personal dócil o afín al ideario popular. De los despidos se han salvado el centenar y medio de jefes y los trabajadores que el PP ha ido colocando a dedo. Por contra, se ha “ejecutado” a numerosos profesionales excelentes con una trayectoria contrastada que ganaron su plaza por oposición. Entre los despedidos –a todos se les comunicó su salida con un correo electrónico- figuran presentadores históricos y las tres mujeres que denunciaron por acoso sexual al ex secretario general de RTVV, Vicente Sanz.

 “Soy amigo de tu director general”
Previsto en un principio para el pasado verano, el ERE se ha retrasado medio año, tiempo en el que la dirección y el partido en el poder ha manejado la lista de afectados –unos entraban, otros salían...– como ha gestionado la televisión pública: como su cortijo. Como ejemplo del mangoneo, sirva el relato de un reportero: Sede de un instituto tecnológico. Tras la grabación de un reportaje sobre uno de los cursos allí impartidos, y al despedirse del director del centro, -nombrado a dedo por el PP- éste le dice en plan imperativo: “Tienes que pasarme toda la grabación de hoy”. El periodista le responde que solo puede facilitarle copia del reportaje que se emita, ya que el bruto de la grabación no se lo puede entregar por un tema de derechos. “Hombre, yo soy amigo de tu director general”, exclama el director. “No lo conozco personalmente”, contesta el reportero. “¿No lo conoces?, se extraña el ejecutivo, “pues sube a su despacho, le dices que vas de mi parte y que necesito la grabación entera. Y ya de paso, dile que te quite de la lista del ERE”.

El desmantelamiento de “Guantánamo”
Apartado del moderno edificio central de Canal 9 se encuentra Programas, un departamento conocido por los trabajadores como “Guantánamo”, no solo por estar formado por barracones prefabricados, sino porque a lo largo de estos años allí han sido trasladados los cámaras que “molestaban” o los periodistas reivindicativos. Un departamento en el que aún se trabajaba con anticuados monitores de tubo, que prácticamente ha quedado desmantelado, situación que obligó a la dirección a suspender desde el primer día del ERE programas como “En connexió”, “Encontres” o “Guamipi” por falta de personal.

Mesas vacías de ordenadores tras quedar desmantelado el departamento de Programas



Al margen de la demanda general presentada por los sindicatos, los profesionales despedidos pueden presentar demandas individuales y reclamar –con nombres y apellidos- las plazas de los compañeros que se han salvado del expediente pese a carecer de la titulación requerida. Este es el caso de la única reportera de base que ha quedado en Programas y sobre la que se van a centrar las demandas individuales de los despedidos de “En connexió”.

Una presentadora “muy mona y pelota”
Trasladada del canal 24 horas, en donde presentaba los deportes, Natalia Tripipatkul, de ascendencia asiática, hija de un diplomático al parecer muy bien relacionado con el PP valenciano, aterrizó la pasada primavera en Programas para cubrir una baja maternal. Y allí sigue. Sin licenciatura de Periodismo ni de Comunicación Audiovisual, Natalia Tripipatkul es “una chica mona, muy pija y pelota”, -así la describe uno de sus excompañeros-, que llegó a ocupar en 2010 el quinto lugar en la lista de presentadoras de televisión más atractivas del mundo, según  un particular listado realizado por  20minutos.es. Una clasificación que encabezada la presentadora de TVE Ana Belén Roy y en la que ocupaba el tercer lugar la periodista deportiva de Tele 5 Sara Carbonero.

La presentadora Natalia Tripipatkul, en el centro, con su elenco de azafatas



Pese a que en la baremación que Canal 9 realizó entre sus empleados a efectos del ERE  uno de los criterios negativos era el de haber compaginado otras dedicaciones laborales, Natalia Tripipatkul se vanagloriaba en público de estar al frente de una empresa organizadora de eventos. De hecho, en su perfil de Facebook figura aún una foto suya con su elenco de azafatas.  Según cuenta otro de sus ya excompañeros, “llegaba al trabajo, abría su portátil personal y cerraba historias de su otra empresa con azafatas y clientes. Y todo ello a dos palmos del director y del subdirector del programa, que no abrían ni la boca. Así se podía tirar dos horas”.

Sindicalistas “rojos” o nacionalistas, a la calle
Donde más se ha notado el sectarismo con el que se ha actuado ha sido entre los trabajadores que formaban parte de las listas de los sindicatos de clase. Por contra, el expediente ha soslayado con descaro a los sindicatos CSIF y USO, afines a la dirección de la empresa y los únicos que aprobaron el expediente. El ERE se ha cebado especialmente con la nacionalista Intersindical, al haber sido despedidos los 27 miembros que integraban la candidatura, con la excepción de los 6 elegidos para el comité de empresa y los dos delegados sindicales. CC OO ha “salvado” a 11 de 26, mientras que CGT a 9 de sus 26 y UGT a 12 de 25 candidatos. Por contra, USO evita el despido de 19 de los 33 candidatos y CSIF mantiene a 18 de su lista de 31.

Privatización de los despojos del saqueo
Conflictos entre ex compañeros al margen, la intención de la Generalitat es privatizar la nueva empresa por franjas horarias. Para hacerse con los despojos del saqueo perpetrado en la televisión pública,  las grandes productoras de televisión se están posicionando desde el pasado agosto,  fecha desde la que la modificación de la ley audiovisual posibilita la privatización de los entes públicos.

“Esquelas” de los cámaras despedidos. Solo se han salvado tres.



Los contenidos informativos o de entretenimiento, la gestión publicitaria o la asistencia técnica serán sin duda las áreas más deseadas por su rentabilidad. Productoras como “Secuoya”, en la que figura Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación en el gobierno de Aznar o “Vértice 360º”, con el ex ministro Josep Piqué e Ignacio López del Hierro, el marido de Dolores de Cospedal, son dos de las interesadas en la privatización de una empresa que no ha podido superar el saqueo a la que ha estado sumetida durante las casi dos décadas de gobiernos populares.