La sentencia limita a las tres familias demandantes el cumplimiento de la sentencia del Supremo y considera que la Generalitat no ha estado a la altura de las demandas de estas familias que reclamaron que sus hijos pudieran estudiar en castellano. Por eso, la sentencia exige que la Generalitat, manteniendo el sistema de inmersión lingüística, deba dar respuesta a las familias que exijan una enseñanza en castellano pero no pone en cuestión el modelo.

Sánchez Camacho se esconde
Los partidarios de la inmersión, CiU y PSC, consideran que la sentencia les da cobertura. Sin embargo, Esquerra Republicana, Iniciativa per Cataluña y Solidaridad Independentista consideran que la sentencia abre brechas en el modelo. Ciutadans y Partido Popular, contrariados, prefieren esperar al recurso presentado ante el Supremo. Curiosamente, la líder del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho no ha hecho pública su posición. Le ha dejado el papel a su portavoz Santiago Rodríguez. Sánchez Camacho solicitó personalmente para su hijo la educación en castellano antes de las elecciones autonómicas de hace un poco más de un año.

20 entre 600.000
La incógnita que deja la sentencia es cuántas familias pueden presentar la solicitud de enseñanza en castellano. Hasta ahora estas solicitudes eran muy minoritarias, del orden de 20 familias por año en el marco de una población educativa de 600.000 niños. De hecho, la Ley de Educación de Cataluña aprobada con posterioridad a la demanda prevé este tipo de respuestas particulares. Hasta ahora las familias que presentaban la solicitud tenían una relación directa con los partidos contrarios a la inmersión, sobre todo a Ciutadans. Ni siquiera los dirigentes del PP durante más de 30 años han presentado esta solicitud para sus hijos.

No a la doble vía
La sentencia que hoy se ha conocido va en la línea de sentencias anteriores que cierran la puerta a una doble vía educativa en Cataluña similar a la del País Vasco. Sin embargo, este episodio no es un punto y final porque los demandantes volverán a llevar el tema al Supremo. De momento, hoy los partidarios de la supresión de la inmersión han recibido un varapalo considerable pero no se van a dar por vencidos. La sentencia será recurrida por el abogado de las familias a pesar que uno de los chicos ya está en la universidad y otro está en tercero de ESO con un buen desarrollo académico. El dictamen ha sido respaldado por 21 de los 22 miembros del tribunal. Un dato a tener en cuenta.

 

 

Toni Bolaño es periodista y analista político