Desde que anunció su salto a la capital para hacerse con las riendas del Partido Popular, Álberto Núñez Feijóo no ha dejado de ocupar portadas, en muchos casos más por sus cambios de rumbo que por sus propuestas. 

Esto le ha valido la crítica de innumerables representantes políticos de otras formaciones, que han llamado la atención sobre las últimas afirmaciones del todavía líder gallego. 

El último en comentar algunas de sus declaraciones ha sido Íñigo Errejón, que ha recogido en su cuenta oficial de Twitter la postura de Feijóo sobre que "los que más tienen es porque han trabajado más". 

El diputado de Más País le ha respondido al próximo presidente del PP con un gráfico del Peter Institute for International Economics (PIEE) sobre el origen de la riqueza de los millonarios en España. En él se señala que en el 53,8% de los casos está en las herencias. 

 

De charco en charco

Lo cierto es que desde que salío de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, no ha dejado de protagonizar sonadas meteduras de pata. 

Sorprendió a propios y extraños abriendo las puertas de las instituciones a la ultraderecha. Guardó silencio durante horas e, incluso, se puso de perfil, pero acabó bendiciendo el acuerdo rubricado por Alfonso Fernández Mañueco para gobernar en coalición con Vox en Castilla y León.

“Mañueco acaba de evitar un adelanto electoral”, justificó, tratando de señalar al PSOE como responsable de no permitir un Gobierno en solitario del PP. Solo un día después cometió un lapsus geográfico durante un discurso al incio de su gira por España en el que dijo desde Valencia que para él era "un honor empezar en la Costa Dorada este itinerario que no va a ser fácil". Las redes no tardaron en recoger el momento e indicar a Feijóo que la Costa Dorada está en Tarragona y no en la Comunidad Valenciana

Esa misma semana el presidente de Galicia volvió a protagonizar titulares con su frase de que "el Gobierno se está forrando”, con el incremento del precio de la electricidad y del gas. Apenas 30 segundos le bastaron a una periodista para desmontar este arguento. 

Y de ahí pasó`a los halagos a Isabel Díaz Ayuso, y a su confesión de que ella es la razón de sus ganas de vivir de nuevo en Madrid.  “Madrid ama la libertad, por eso quiero volver”, dijo en clara referencia al eslogan de Ayuso para el 4M y dejando en el aire una pregunta que muchos se repitieron: ¿y en Galicia, no hay libertad?

Por si fuera poco, en el mismo acto el presidente de la Xunta  legitimó un fraude a la ley al ensalzar la labor de la presidenta cuando contrajo el coronavirus en los momentos más duros de la pandemia. “La gente que se cae, que desafallece, la gente que pide la baja o la gente que estando de baja está currando. Es en esos momentos cuando se conoce a la gente”, expuso Feijóo. Las redes se encargaron de recordarle que estar de baja y trabajar “es un fraude”. 

Por si todo esto fuera poco, Núñez Feijóo, libre del tono 'moderado' que le ha valido tantos votos en su tierra, acabó eliminando de su discurso el término violencia machista y sustituyéndolo por "violencia intrafamiliar", unas palabras que tuvo que acabar rectificando a golpe de tuit.