El Gran Wyoming, o José Miguel Monzón, ha tenido oportunidad de responder a Miguel Ángel Rodríguez, ex secretario de Estado con Aznar y tertuliano asiduo a la polémica, que esta semana le llamó “cocainómano” en una tertulia de 13TV. Ha sido con motivo de una entrevista en La Voz de Galicia, ante el concierto que dará con su banda,  Los Insolvetes, en el pub Ensanche de Vigo.

El Gran Wyoming reconoce que “mucha gente me ha dicho que no le haga caso, pero hay que recordar que este señor era la mano derecha del presidente del Gobierno, era un Secretario de Estado por lo que no estamos hablando de gente que se insulta en un programa del corazón”.



Catadura moral
El presentador de El Intermedio asegura que “este señor es un ejemplo de la catadura moral que hemos vivido”. “Es el país de donde venimos y es la gente con la que nos la jugamos. Esta gente viene de la caverna”, añade Monzón.

“No me sentiría ofendido”
Cuando el periodista le pregunta por el motivo del enfado de Miguel Ángel Rodríguez, Wyoming responde que “le ofendió que emitiésemos una selección de intervenciones suyas. A mí me encantaría que todo lo que hago en el programa fuese repetido por todas las televisiones, no me sentiría ofendido por nada de lo que he hecho”.

“El nacionalismo español es el más rancio”
Wyoming también se detiene a analizar a la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, que ha prohibido en la feria local cualquier tipo de música que no sea española. “Son tics que deben quitarse algunas autoridades. Es como si yo llegó a la alcaldía y prohíbo determinados peinados. No entiendo qué pretende esa señora. Si quiere decir ‘viva la música española’, le diría que hay muchos tipos de nacionalismos pero probablemente el español sea el más rancio de todos”.

Propaganda televisiva
Respecto a la situación actual de la televisión, el presentador cree que “el ciudadano español se ha sometido al yugo del poder de una forma vergonzosa”. “Un periodista de la BBC me decía hace poco que no entendía cómo los ciudadanos consentían que la televisión pública fuera un órgano de propaganda del Gobierno de turno, y que los profesionales lo aceptasen”, narra Wyoming, y añade “los ciudadanos también lo damos por bueno porque los trabajadores de Telemadrid denunciaron la manipulación existente y nadie ha hecho nada”.