El último capítulo de Mask Singer ha dejado grandes sorpresas tras conocerse la identidad de sus últimas dos máscaras desenmascaradas: Tigre y Esqueleto. La primera, un tigre que levantaba a todo el plató en su presentación con su show al tono de Beggin, de The Four Seasons, y revolucionaba aún más tanto a televidentes como al propio jurado con su ritmo a Todo de ti. Tanto, que incluso llegó a conquistar corazones con una Mónica Naranjo que le gritaba: “¡Tigre, quiero un hijo tuyo!” Lo que la cantante no sabía es quién estaba debajo de esa máscara peluda bajo el pelo de un tigre de rayas blancas y negras de capa dorada y roja.

Comienzan las apuestas de los investigadores. Aparecen nombres tan dispares y poco relacionados entre las apuestas del jurado. Desde un trío que apuesta por Omar Montes hasta el jugador de baloncesto Ricky Rubio por las pistas de la altura. Los ojos del jurado veían a un deportista o a un cantante, pero a quien no veían es a un youtuber. En concreto, al youtuber y streamer noruego más conocido en España y en el panorama internacional, Rubén Doblás Gundersen, con más de 800 vídeos publicados y 40 millones de suscriptores.

Me gustaría haber conocido a Homer Simpson

Una de las mayores sorpresas de la temporada. Y es que el Rubius no lo había dejado nada fácil, entre ellas, por su aparición en el programa de Jimmy Kimmel, aunque no para sus seguidores, que ya le tenían puesta la pista desde las primeras notas de aquel Beggin que entonaba en su presentación por su característica voz carraspeada y las constantes bromas que hacía tanto a Arturo Valls como sus épicos comentarios cuando, preguntado sobre a quién le gustaría conocer en el pasado, respondió: “Me gustaría haber conocido a Homer Simpson”, dijo. Era obvio, era el Rubius.

Al sacarse a Tigre de la cabeza, Rubius ha confesado que estaba aquí “por su madre” porque “le hacía ilusión” y que “todo sea por mi madre”. Por último, el youtuber más famoso de habla hispana ha repetido su canción hasta su despedida, no sin antes llevarse a su máscara a casa. “Me ha gustado mucho la experiencia y es todo real. No vemos nada desde que nos montamos en la furgoneta”, aseguraba Rubén.

Huesos de tenista

Otra de las máscaras más ansiadas por conocer su identidad ha sido Esqueleto. Bajo esos huesos con un estilo muy piratesco se escondía, según indican sus pistas, un esqueleto muy preocupado por su salud, por la alimentación y el deporte, y es que este esqueleto, por lo visto, ha sido el rey de la pista, pero no una de baile ni una de fórmula 1 en carreteras. Ha sido el rey de la pista de tenis. Esta vez, el programa deja a otro tenista que acompaña a Arantxa Sánchez Vicario porque bajo los huesos de Esqueleto estaba un Feliciano López que uno de los miembros del jurado ya le había seguido la pista con sus prismáticos.

¡Javi, cabrón! De verdad, explícame de dónde has sacado todo ese rollo que has contado

De hecho, Feliciano se quitaba su máscara bajo un “¡Javi, cabrón! De verdad, explícame de dónde has sacado todo ese rollo que has contado”. Lo que los telespectadores no sabían es que Javier Calvo conoce muy de cerca el deporte de Feliciano. “Mi tío es Nacho Calvo, el famoso comentarista de tenis. He visto mucho tenis de pequeño”, reconocía.

“Cuando has dicho lo de ser rápido, he pensado que no podía ser alguien relacionado con la Fórmula 1 y el motor. Hubiera sido demasiado evidente, así que he pensado en un saque de tenis”, admite. Entre risas, Feliciano, ha explicado las pistas que dejaba en los programas y se ha sincerado sobre esta experiencia. “Ha sido toda una experiencia porque era imposible cuadrar fechas. Estamos todos los días fuera. Este programa es uno de esos que sabía que si me surgía la oportunidad lo haría. Me apetecía conocer un lado diferente de mí, venir aquí y pasármelo bien”, ha asegurado Feliciano.

Me apetecía conocer un lado diferente de mí, venir aquí y pasármelo bien

De hecho, ha admitido también que el proceso en el que llevan al estudio a los famosos fue toda una odisea e incluso, entre bromas, aseguraba que parecía que la gente que se acercaba a su lado iba a atracar un banco. “Se pensaban que íbamos a robar”.