España mete presión en Bruselas para forzar a la Unión Europea a “suspender de manera inmediata” el Acuerdo de Asociación, así como un embargo de armas y sanciones a individuos israelíes. Así lo ha expresado el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores comunitarios, que ponderará el informe de la Alta Representante, Kaja Kallas, que apunta a “indicios” de que el Estado de Israel incurrió en violaciones “flagrantes” de Derechos Humanos en su ofensiva en Gaza. Ello supone, como ha verbalizado el ministro español, quebrar las cláusulas del pacto con el país hebreo.

A su llegada a la reunión, Albares ha reclamado “valentía” a sus colegas comunitarios para empezar a dar pasos contra Israel, toda vez que el informe del Servicio de Acción Exterior de la UE apunta a violaciones de derechos en la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. De ahí se desprende su llamada a suspender “inmediatamente” el Acuerdo de Asociación con Israel, además de un embargo a la venta de armas y sanciones individuales contra “todos aquellos que quieren malograr definitivamente la solución de dos Estados”.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha instado este lunes a la Unión Europea a abandonar la retórica y dar un paso decidido hacia la acción en relación con la situación humanitaria en la Franja de Gaza. "Necesitamos valentía. La etapa de las palabras y las declaraciones ya ha quedado atrás. Los palestinos de Gaza requieren medidas concretas", ha afirmado de forma rotunda el ministro, en un claro llamamiento a que Bruselas supere la fase de la denuncia y avance hacia decisiones más firmes.

Sus palabras coinciden con la presentación del informe elaborado por la comisaria europea de Energía, Kadri Simson Kallas, que, según Albares, "confirma lo que España ya sabía desde hace tiempo". El documento recoge pruebas claras de lo que califica como una violación "flagrante" de los Derechos Humanos por parte de Israel en el enclave palestino, especialmente desde el recrudecimiento del conflicto con Hamás.

La reunión celebrada este lunes en Bruselas ha sido la primera cita formal para discutir este informe en el seno de la UE, aunque no se prevén represalias inmediatas debido a la falta de consenso entre los 27 Estados miembro. Aun así, se considera un paso clave para abrir una conversación más profunda sobre las posibles consecuencias políticas y económicas de estas violaciones, en el marco del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel.

El informe de la UE

El documento del Servicio de Acción Exterior de la UE, órgano encargado de la diplomacia comunitaria, pone en cuestión el cumplimiento por parte de Israel de las obligaciones recogidas en el artículo 2 del citado acuerdo, que establece como condición el respeto a los Derechos Humanos y los principios democráticos. "Según las evaluaciones llevadas a cabo por organismos internacionales independientes, hay indicios de que Israel no está cumpliendo con sus compromisos en materia de Derechos Humanos", recoge el texto distribuido a los Estados miembro.

Este artículo, conocido como la “cláusula de derechos humanos”, funciona como un pilar básico en todos los acuerdos internacionales suscritos por la UE. Su incumplimiento abre la puerta a medidas diplomáticas y comerciales, desde la suspensión parcial del acuerdo hasta su posible anulación, aunque estas decisiones exigen unanimidad entre los socios comunitarios, algo que, de momento, parece lejano.

Desde Bruselas, se reconoce que el informe de Kallas ha sido recibido como un “punto de partida” para una posible reorientación de la política europea hacia Israel. A pesar de las divisiones internas - especialmente entre países del este y del sur de Europa -, distintas fuentes comunitarias apuntan a un cambio de tono en el debate. La crudeza de los datos recogidos en el informe y el creciente malestar en algunos gobiernos europeos están llevando a reconsiderar la tradicional posición de contención del bloque.

En este contexto, España se posiciona como una de las voces más críticas con la actuación de Israel y más activas en reclamar una respuesta europea coherente con los valores fundacionales de la Unión. Albares ha insistido en que no basta con mostrar preocupación: “Hay que actuar conforme a nuestros principios”, ha declarado, en una clara apelación al compromiso de la UE con el Derecho Internacional y la protección de los Derechos Humanos.

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