En el nuevo capítulo de En el nombre de Rocío, estrenado en Mitele Plus, Rocío Carrasco ha destapado los "trapicheos" de su tío Amador Mohedano con el museo de Rocío Jurado. Harta de que su familia mediática la acuse de la tardanza en la apertura, ha decidido mostrar la verdad.

Este pasado mes de julio se abría al fin el museo de Rocío Jurado en su Chipiona natal. Tras más de una década en los que la corrupción, la malversación de ayudas públicas, los intereses políticos y familiares y las irregularidades de Amador fueron la norma, el sueño de la cantante se pudo cumplir.

El primer proyecto del museo se propuso en 2008 y no fue hasta el pasado 2 de julio cuando quedó inaugurado. 12 años de proceso que se iniciaron durante el último ingreso de su madre en Houston, cunado ya había escuchado a su tío Amador Mohedano hablar con cargos públicos de Chipiona para llevar a cabo el espacio. Apenas tres semanas de la muerte de Rocío Jurado, Rosa Benito anunciaba la noticia en televisión.

Sin embargo, no fue hasta 2008 cuando se intentó firmar el primer convenio. En un primer momento, el proyecto recogía la construcción de un teatro municipal, un centro cultural y unos aparcamientos subterráneos. Así, se escogió como primer emplazamiento el antiguo cine de invierno de la localidad gaditana. Sin embargo, durante los trabajos se observó que los techos eran de uralita y, por lo tanto, había riesgo de amianto. No obstante, Amador Mohedano insistió a su sobrina para que firmara el convenio.

"Yo no veía la cosa clara", asegura la protagonista de la docuserie desvelando que ya le habían contado "que ya se había hablado con Amador para que pudiera gestionar ese aparcamiento". "Es un interés económico, da igual lo que pase, si se cae el techo o si no se cae", sentencia en el documental la madre de Rocío Flores asegurando que durante ese momento, Mohedano "sigue haciendo de las suyas y sigue trapicheando".

Posteriormente, pasó a establecerse las naves Niño de Oro como sede del museo Rocío Jurado. La empresa encargada del proyecto, Área 3, contrató a Amador sin especificar en calidad de qué, ni cuánto se le pagaría ni por cuánto tiempo. Al finalizar las obras de la nave, Rocío envía un tráiler con las pertenencias de su madre que serán expuestas, aunque pide ayuda a su primo Antonio y contrata a un notario para que recoja en un acta todos los objetos que se reciban.

Rocío explica que pidió aquella intervención porque no se fiaba de su tío: "De hecho, creo que aun con el notario, alguna me ha colado". Según cuenta, el día de la recepción de los objetos que formarían parte del museo, Amador llegó antes que el propio notario, encontrándose algunas de las cajas enviadas abiertas. "Hay algo que no encuentro, entonces tendré que hacer de Colombo e investigar", reconoce la heredera universal de la Jurado.

De las irregularidades de Amador Mohedano ya se hico eco la periodista Paloma García-Pelayo en aquella época y ahora, en la docuserie producida por ‘La Fábrica de la Tele’, lo vuelve a resaltar: "Hubo hasta una intervención policial por lo que allí se armaba. Lo que me parece de escándalo es que, precisamente, Amador, haya estado culpando a Rocío de la no apertura, del retraso, cuando él ha sido la persona que peor lo ha hecho y que más ha abusado y más excesos ha cometido. Además, cuando había por medio una subvención importante de por medio, y eso es dinero público, señor Mohedano".

El hermano de la artista siempre negó esta versión, pese a que el consistorio emitió en su momento un comunicado confesando el cese de su compromiso con él. Pese a esto, tanto Amador como el resto de la familia Mohedano, cargaron públicamente contra su sobrina, insistiendo en que ésta se oponía, "por intereses económicos con el Ayuntamiento", a abrir el museo que tanto deseaba su madre.

"Por eso sale Amador del museo. Si me culpa de eso lo está haciendo de una forma errónea, porque yo no he hecho fiestas en el museo hasta las tantas de la mañana con nadie. Yo eso no lo hago, porque tengo dos dedos de frente y sé que lo que puede pasar es que me echen de un puesto de trabajo si no cumplo con mi obligación", comenta. El alcalde de Chipiona, Luis María Aparcero, ha corroborado esta versión para el documental.

Al conocer estos hechos, Rocío le dice al alcalde que haga "lo que considere", teniendo en cuenta que si hay algún problema con el museo es la máxima responsable. Por ello, en julio de 2015, el Ayuntamiento de Chipiona emite un comunicado explicando que se veía obligado a prescindir de los servicios de Amador Mohedano por la limitación de contratación de nuevo personal. El tío de Rocío Carrasco siguió trabajando en el museo sin percibir retribución y unos meses después se decidió apartarle definitivamente del proyecto.