"Eurovisión no es política", se ha escuchado en muchas ocasiones. Por si hubiera alguna duda, después de toda la polémica que ha rodeado a la participación de Israel, la "preocupación" en torno al festival ha llegado a la Unión Europea de la mano de 13 eurodiputados que han mandado una carta a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) exigiendo medidas. Entre los firmantes, dos españoles: Ana Miranda (BNG) y Vicent Marzà (Compromís).
Estos parlamentarios, pertenecientes a distintos grupos políticos y países como España, Francia, Eslovenia, Irlanda, Grecia, Chipre o Finlandia, han expresado su preocupación ante "las irregularidades vinculadas" con la reciente edición del Festival de Eurovisión celebrada en Basilea: "Tanto el público como varias emisoras nacionales ya han expresado su seria preocupación por la posible manipulación de votos y el uso de infraestructura promocional estatal para apoyar a la artista israelí que participó este año".
En la misiva aseguran que es algo natural que exista un "cierto grado" de críticas o disconformidad en competiciones internacionales como esta, pero creen que los últimos pronunciamientos de los países, mostrando su disconformidad con la participación de Israel o el sistema de votos, entre otros asuntos, reflejan "una auténtica crisis de credibilidad". Por ello, creen que este alto nivel de cuestionamiento debería hacer sonar las sirenas de la UER: "El creciente número de emisoras nacionales que dudan de la validez de los datos de sus propios países debería ser una señal de alarma para la UER. Si bien es natural cierto grado de disenso y crítica, la sucesión de tales preocupaciones refleja una auténtica crisis de credibilidad".
Eurodiputados solicitan medidas para garantizar la transparencia de Eurovisión
"Sin una transparencia total, Eurovisión corre el riesgo de perder la confianza de sus organizaciones miembros y su audiencia", se puede leer en la carta dirigida a los máximos dirigentes de la UER y del Festival de Eurovisión. Para ejemplificar, esta decena de europarlamentarios apuntan a los datos publicados por la radiotelevisión pública flamenca (VRT), que "revelan disparidades acusadas e inexplicables entre la audiencia y la participación en el televoto en el periodo 2023-2025". En este sentido, recuerdan la solicitud de RTVE al organismo para realizar una auditoría del televoto español, que destinó sus 12 puntos a Israel.
Con el fin de garantizar la transparencia, los eurodiputados solicitan algunos cambios en el funcionamiento del certamen, como la publicación de los resultados desglosados por país, método y ronda de votación, permitir una auditoría independiente, implementar restricciones sobre la promoción gubernamental de las candidaturas, revelar todos los contratos de patrocinio, elaborar un análisis detallado del sistema de votación y proponer reformas para evitar interferencias políticas.
'No' a las interferencias políticas
Por otro lado, en la misiva se recuerda que la UER exige en sus normas que las emisoras sean independientes y no partidistas, por lo que no deberían existir interferencias políticas durante la celebración del festival: "Aunque el Festival de Eurovisión es una celebración de la cultura y la música, no de la política, está claro que los problemas sistémicos relacionados con la transparencia, la equidad y la influencia indebida amenazan ahora los mismos valores que la UER dice defender: independencia, imparcialidad y confianza del público".
También recuerdan la investigación de la UER, que dio a conocer Verifica RTVE, que reveló que la Agencia de Publicidad del Gobierno de Israel, que trabaja con instituciones y empresas públicas del país, "propagó anuncios a través de productos de Google en los días previos a la final del festival celebrado en Basilea (Suiza)". Así, afirman que esta participó directamente en "la orquestación y financiación de una campaña multiplataforma para promover la participación de Israel en 2025": "Esto incluyó la compra de anuncios digitales demográficos que llegó a millones de espectadores, basándose en el esfuerzo de 2024 que contó con la participación directa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel".