La crónica social siempre ha tenido un papel fundamental en el conjunto de los medios de comunicación por ser un género capaz de atrapar a buena parte de las masas. En este sentido, la aparición de los personajes en las diferentes revistas siempre fue garantía de cara a la venta de ejemplares, motivo por el que antaño se inició una estela que todavía hoy perdura respecto a la publicación de exclusivas. Viajando atrás en el tiempo, 'Zapeando' recuerda la narrativa más surrealista y pasmosa de la historia para que nada se filtrase sobre la boda de Carmen Sevilla.

María del Carmen García Galisteo contrajo matrimonio con el empresario Vicente Patuel en el año 1985, quienes decidieron vender la exclusiva a la publicación extinta La Revista. La España de entonces era radicalmente opuesta a lo que podemos ver en nuestros días y la intrahistoria que envuelve esta negociación lo demuestra. Ambos decidieron poner precio a las imágenes de su enlace matrimonial: 40 millones de las antiguas pesetas, lo que al cambio se aproxima a los 240.000 euros. En aquella época, esta cantidad económica era completamente desorbitada.

El espacio que Atresmedia Televisión produce en colaboración con Globomedia explicó todos los detalles para todos sus espectadores. El evento se produjo en la localidad gaditana de Arcos de la Frontera, pero las imágenes publicadas se corresponden a un montaje completamente orquestado. Para proteger la exclusiva, Carmen Sevilla se prestó a protagonizar una performance como si realmente estuviese casándose en una ceremonia que era ficticia. Se contrataron diferentes figurantes para que hiciesen las veces de asistentes al enlace.

Jaime Peñafiel resumió esta situación en su momento de manera muy simple, con término similares a los que se exponen a continuación: "No puedes llevar a nadie conocido porque luego la gente se va de la lengua". Ni siquiera se le permitió que asistiese su primogénito para preservar todos y cada uno de los detalles. De igual forma, es necesario mencionar que los figurantes mencionados tuvieron que firmar una especie de contrato de confidencialidad para que absolutamente nada se contase antes de la publicación de las imágenes.

El siguiente componente surrealista de la historia, como ha expuesto el periodista Juan Sanguino en 'Zapeando', llegó en el momento del cobro de la cantidad económica acordada. Vicente Patuel seguía esperando la nulidad matrimonial en los momentos cercanos a la jornada donde se hicieron los posados; de hecho y como es evidente, las imágenes no podían publicarse hasta que el trámite finalizase. En este contexto, el empresario necesitaba liquidez y el montante dinerario no llegaba puesto que la revista no podía ser puesta a la venta.

La publicación no llegaba a los kioscos ni las pesetas a los bolsillos de los protagonistas del enlace. Según se expuso también en su momento, Jaime Peñafiel sufrió un conato de agresión por parte del empresario puesto que él fue el gestor de esta exclusiva. "Cogió una pistola y amenazó", dice el periodista, agregando a estas palabras lo que sucedió después: "¡O me consigues 10 millones ahora mismo o te busco la ruina!".

Otras anécdotas con exclusivas de revistas

Mercedes Milá descubrió en su programa de Movistar Plus+ la millonaria estafa cometida con la primera venta de una exclusiva a una revista de nuestro país; de hecho, la periodista se puso frente a frente con la víctima: Jimmy Jiménez-Arnau. "¡Yo no sabía que me había estafado. Eso lo supe muchos años después! La gestión la hizo Francis Franco, el hermano de Merry, y se quedó con cinco millones, porque le dieron seis", sentenció el mítico tertuliano frente a su interlocutora. Hasta el momento, nadie había desvelado nada respecto a este asunto, por lo que concedió la primicia al espacio de Zanskar Producciones.

"Di medio millón al fotógrafo que hizo todas las fotografías, que venía de mi parte y era buenísimo el tío, y el otro medio millón nos lo gastamos Merry y yo en... cosas. [...] La revista vendió más de un millón trescientos mil ejemplares con la exclusiva de la boda", dijo instantes después. Esta venta se convierte en la primera puesta en marcha en la industria de nuestro país y data de 1986. "Lo que me divierte mucho es que tú fueras el pionero como decía yo al presentarte", confesaba Milá en su programa, provocando la respuesta de Jiménez-Aranu: "¡Y no me han pagado los royalties, porque al ser inventor de una maniobra, a todos los que se han enriquecido luego con exclusivas y eso, debían aunque sea por respeto dejarme algo a mí, porque fui el inventor del asunto!".