Espejo Público introducía este martes, 2 de julio, en su escaleta uno de los temas de la semana: la medida del Gobierno para controlar el consumo de pornografía. José Luis Escrivá, Ministro para la Transformación Digital, anunciaba al arrancar la semana la entrada en vigor de ‘Cartera Digital Beta’, un pasaporte digital que restringirá el acceso al contenido pornográfico a los mayores de edad a través de un sistema de verificación. En plató, Mariló Montero se quejaba de esta decisión y aseguraba que "le están haciendo la faena a los adultos". 

Susanna Griso introducía el tema en plató y preguntaba a sus tertulianos si suelen consumir este tipo de páginas, aunque, sin quererlo, protagonizaba una metedura de pata: "¿Sois consumidores habituales, esporádicos de prostitución?". El lapsus despertaba las risas, pero la presentadora insistía en que le dieran una respuesta: "No dejéis de contestar. Quiero saber si la pornografía os interesa".

Ángel Antonio Herrera era el primero en dar un paso adelante y tomar la palabra: "Yo fui consumidor de pornografía en algún momento y cuando vi que todo el mundo salía desnudo, me borré porque no me inspiraba nada". El escritor añadía con sorna: "Como el Gobierno quiere poner una cortapisa, me va a volver a interesar por la clandestinidad". Entonces era Mariló Montero la que procedía a opinar, aunque lo hacía con más reparo al considerarlo como algo "muy íntimo". 

La polémica colaboradora contaba que siempre ha impedido que sus hijos tuvieran acceso a este tipo de páginas a través de cortafuegos en los ordenadores de su casa, pero su discurso terminaba dejando entrever una queja en contra de la medida del Gobierno: "Ahora le están haciendo la faena a los adultos porque no saben cómo manejar el límite y el consumo de menores".

Por último, y no por ello menos polémico, Gonzalo Miró. El tertuliano también reconocía ser consumidor de contenidos pornográficos desde hace mucho tiempo: "Lo hago desde la época de Ángel Antonio y lo sigo haciendo". Una vez descargada la aplicación y acreditado como mayor de edad, los usuarios dispondrán de 30 credenciales que equivalen a 30 accesos, de manera que se limita el consumo. Sin embargo, el madrileño no le daba importancia: "No me preocupa".

El programa daba voz a otros dos profesionales que se mostraban en desacuerdo con las medidas tomadas por el Gobierno. Mercé Palau, empresaria de la industria pornográfica, apuntaba a que deberían ser los padres quienes interpongan el veto a sus hijos: "Hay muchas redes sociales en las que ya se puede controlar a tu hijo. El Gobierno se queda dinero de estas páginas". Por otro lado, Jorge Bardón, experto en ciberseguridad apuntaba a que es extraño que se quiera imponer un límite numérico de accesos: "Algo tan tecnológico han querido politizarlo y lo que están haciendo es una limitación geográfica a España cuando internet es global", mantiene.

Así funcionará ‘Cartera Digital Beta’ 

El consumo de pornografía es uno de los aspectos que preocupan cada vez más, especialmente teniendo en cuenta que la edad a la que se accede por primera vez continúa disminuyendo, lo que condiciona las relaciones afectivo-sexuales de los jóvenes. Por ello, el Gobierno ha decidido implementar la aplicación o pasaporte digital ‘Cartera Digital Beta’, que impedirá que los menores de edad tenga acceso a estos contenidos y limitará el acceso a los mayores de 18 años. 

La medida entrará en vigor después de este mismo verano y funcionará a través de un código QR. De momento, ya se conocen algunos detalles como que, en primer lugar, los usuarios que decidan descargarla podrán solicitar a través de ella la credencial que confirme su mayoría de edad. En este sentido, para poder descargarla, el usuario deberá identificarse con el DNI electrónico, certificados cualificados o las claves del sistema Cl@ve (Cl@ve PIN, Cl@ve móvil o Cl@ve permanente).

A la hora de acceder a un contenido pornográfico, la web les mostrará un código QR que se debe escanear mediante la cámara del teléfono móvil. Si el usuario dispone de la credencial, que el Gobierno emitirá tras comprobar los datos personales, podrá acceder al contenido. En caso contrario, le será bloqueado el acceso.

Por otro lado, y de acuerdo con la ley de protección de datos, la credencial es totalmente anónima y tan solo aparecerá en ella si el usuario es menor o mayor de edad, mediante la letra K, sin aportar otros datos como nombre, apellidos o DNI.

Además, los accesos tendrán una caducidad que limitará el consumo, ya que, una vez en posesión de la autorización, los usuarios dispondrán de 30 credenciales que equivalen a 30 accesos. Estos caducan cada 30 días, por lo que el usuario deberá renovarlas. Podrá hacerlo cuando queden menos de tres días para su caducidad o si queda menos de un 10% de credenciales sin uso

boton whatsapp 600