La viróloga del CSIC Margarita del Val, ha sido entrevistada este viernes en Al Rojo Vivo para responder a una de las cuestiones qué más preocupan a los ciudadanos de cara a las cenas de Navidad: la posibilidad de sentarse o no con un una persona que no ha querido vacunarse en la misma mesa. Una situación que no es baladí teniendo en cuenta que superamos desde este jueves los 300 puntos de incidencia (riesgo alto) y que no deja de ocupar el debate público a escasas dos semanas de la cena de Nochebuena.

 Además, en el contexto actual se están celebrando multitud de cenas de empresa, en las que se produce la misma situación. Por ello, la experta se ha mostrado partidaria de las restricciones en las cenas de empresa y ha pedido que si hay que hacerlas, que sean con pocas personas, vacunadas y con test de antígenos de por medio. 

Sobre las cena de navidad con la familia, del Val ha explicado que, a pesar de las vacunas, hay un 5% de probabilidades de que una persona vacunada enferme de covid con síntomas graves. “Eso son claramente las personas mayores, los abuelos y probablemente personas con transplantes o una inmunosupresión muy profunda. A ellos hay que protegerles”, ha explicado.

Por ello, ha pedido a todos que se hagan un test de antígenos antes de la comida y evitar sustos. Sobre si ella se sentaría con una persona no vacunada en la mesa, la experta del CSIC no ha dudado: “Por seguridad con el resto de la familia no debería ir”. 

“Una persona que no se ha vacunado lo que está haciendo es que es más fácil que se haya infectado que los demás y es más fácil que nos contagie a los demás, en particular a los más mayores, a los más vulnerables”, ha insistido con rotundidad.

“Si alguien de 65 años no se ha vacunado tiene un riesgo certero de que pueda enfermar grave o incluso morir. Uno de cada de 100 de esa edad acaban muriendo. Por él y por su familia deberían estar vacunados”, ha dicho sobre los riesgos.