Jordi González está consolidando su presencia como presentador en Televisión Española, donde comenzó su carrera. Tras tomarse un año sabático y marcharse de Mediaset España, el comunicador fichó por la corporación pública poniéndose al frente de una marca consolidada como Lazos de Sangre. Ahora, para la próxima temporada televisiva, conducirá La Plaza, un nuevo magacín vespertino que pretende complicar las tardes a Ana Rosa Quintana en Telecinco y a Sonsoles Ónega en Antena 3.

El catalán ha concedido una entrevista a el diario El País para promocionar su nuevo proyecto televisivo, pero también ha aprovechado despacharse a gusto contra la cúpula directiva de Mediaset, la que fuera su casa por muchos años, además de hablar de excompañeros como Jorge Javier Vázquez, Carlota Corredera y Ana Rosa Quintana. Esto se produce en un momento en el que la cadena pública está experimentando un notable ascenso en audiencias en los últimos meses en detrimento de la debilidad de Telecinco, que no pasa por un buen momento.

Jordi González, sobre el Código Ético de Mediaset: "Yo no lo haría. No creo en la censura"

El presentador, que estuvo ligado profesionalmente a Mediaset durante dos décadas, ha sido preguntado por algo que ha generado una gran controversia en estos últimos meses: la implantación de un Código Ético por parte de la nueva cúpula que ha llegado al grupo de comunicación tras la salida de Paolo Vasile, antiguo CEO. "Es una empresa privada. Mediaset no me cuesta dinero, así que puede hacer lo que desee", comienza respondiendo antes de dar su punto de vista.

"Yo no lo haría. No creo en la censura, aunque sí en la autocensura. La gente con la que trabajas tiene que ser de tu confianza. Y si confías tampoco necesitan un manual de instrucciones para trabajar. Hace muchos años, solo había tres cosas de las que nos prohibían hablar de forma crítica: de la Familia Real, de la lucha contra ETA y de El Corte Inglés. Eran temas tabúes. Creo que este código ético es algo pasajero", ha opinado Jordi González.

"El primer damnificado fue Jorge Javier"

 

El catalán se ha mostrado categórico al recordar un episodio más que conocido de Jorge Javier Vázquez: "El primer damnificado, si hablamos de lesiones que te pasan factura, fue precisamente Jorge Javier cuando dijo que Sálvame era un programa de rojos y maricones. Fue un comentario irónico que pagó en su momento porque su frase se reprodujo en internet fuera de contexto". "Si un directivo de televisión toma decisiones en función de los trending topics, creo que está equivocado", añadía al respecto.

Por otro lado, González ha comentado las declaraciones de Carlota Corredera en las que denunció haber sido relevada de su puesto en la cadena por hablar de violencia machista. "Sus razones tendrá para creer eso, pero muchas otras personas han hablado de esos asuntos en televisión en los últimos tiempos y no han desaparecido de televisión", respondía, tras recordar de la gallega que "me dirigió en el programa TNT y siempre he tenido muy buena relación con ella".

Sobre Ana Rosa Quintana, quien será una de sus competidoras directas en su salto a la franja de la tarde, también se ha pronunciado sin pelos en la lengua: "Y Ana Rosa dice sentirse molesta porque se le considere derecha mediática. No hay nada de malo en ese término. Uno es libre de ser de derechas. Lo malo sería si te consideraran derecha antidemocrática".

"Hubo un jefazo, que le dijo a una presentadora: 'Vuelve dentro de 12 kilos'. A otra la obligó a ponerse pechos"

En referencia a la importancia de la imagen dentro de la industria televisiva, el presentador ha desvelado situaciones de las que fue testigo dentro de la cadena italiana: "Hubo un jefazo, del que no diré el nombre, que le dijo a una presentadora: 'Vuelve dentro de 12 kilos'. A otra la obligó a ponerse pechos".

Precisamente, en referencia a ese tema, recordó la imposición de Vasile a Jorge Javier para aparecer en pantalla. "Se operó la miopía y, cuando fue a presentar Aquí hay tomate sin gafas, Vasile le dijo que se las pusiese porque tenía cara de mala persona y de hijo de puta. Tiene que ser tremendo ahorrar para que te metan un láser en el ojo y que te digan eso", reveló.

A pesar de eso, el catalán ha asegurado que nunca tuvo problemas con el directivo: "Ni de amor, ni de odio. Fue una relación muy cordial y educada. En casi 25 años me llamó solamente una vez la atención. Fue porque permití en La Noria que Jimmy Giménez Arnau se burlara de la Virgen María. Vasile me llamó el lunes al despacho y me dijo: ‘¿Tú has pensado que entre nuestros accionistas hay personas católicas? ¿Es necesario ofender a los accionistas?’. Me di cuenta de que era verdad. No hace falta tolerar la ofensa. Todo ha cambiado mucho".