"La desinformación, protagonista de la semana", rotulaba Horizonte en un momento dado del programa de este jueves, 7 de noviembre. Y lo cierto es que, aunque no se referían a ellos mismos, nada podría definir mejor lo ocurrido desde el domingo pasado, día en que emitieron un especial sobre la DANA. El formato de Cuatro se convirtió, una vez más, en un altavoz de bulos y en el centro de algunas polémicas protagonizadas por sus colaboradores. Las imágenes de Rubén Gisbert arrodillándose en el lodo o el vídeo de Ángel Gaitán ofreciendo ayuda a los pueblos de Valencia a cambio de 'me gustas' han dado mucho de qué hablar. Así, este jueves, el presentador entonaba el mea culpa desde su nave del misterio, aunque lo hacía a medio gas. Estas fueron las descafeinadas disculpas de Iker Jiménez.
"Por donde empezamos... Ha sido todo una situación tan caótica, tan anómala", arrancaba el programa el presentador. Acto seguido, él mismo anunciaba que habían previsto hacer un minuto de silencio, "porque lo merecen las personas y las familias que están ahora pasándolo muy mal", pero que finalmente no iba a ser así: "Ha habido tantos acontecimientos que sé que ustedes lo que quieren es que nos expliquemos. Y nosotros nos explicamos mirándonos a la cara y sin leer nada nunca, jamás he leído nada nunca".
Jiménez aseguró que "desde el momento en el que el jueves pusimos el pie en Paiporta, en la zona cero" se desató "una escandalera brutal porque estábamos donde no se podía estar". El presentador se mostró hasta comprensivo con los políticos "que han indignado tanto a la gente y a mí mismo": "También son humanos, no les justifico porque les pagamos para eso". Y en medio de su reflexión, posterior al "torbellino de emociones", le aseguraba a los espectadores que "no pueden entender" el caos que reina en los pueblos afectados "si no están allí". "En ese caos hemos hecho cosas buenas, hemos querido ayudar a todo el mundo y hemos cometido errores. Vamos con los errores".
Así, el comunicador comenzaba con "el primero de todo, de enorme viralidad": "Me tuvieron que agarrar porque quería matar a Rubén Gisbert. No es colaborador ni es de este equipo. Estaba haciendo un gran trabajo, y eso no se lo quita nadie, no se lo quito yo. Y, además, sé que no hay ninguna maldad. Otra cosa es el caos, el desconcierto. Un vídeo bastante impropio en esta situación", decía, restándole importancia a los actos de Gisbert. Jiménez tendría entonces un episodio de autocrítica: "Aunque seamos un equipo, yo soy responsable de todo esto, y soy responsable de hasta la última persona que entra aquí. No voy a escudarme, no he sido cobarde en mi vida. Yo asumo lo que pasó".
"Qué cojones hace uno de mi equipo manchándose los pantalones... pido disculpas personalmente como responsable de este equipo por una situación muy engorrosa. Me creí Robin Hood y no lo soy..."
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) November 7, 2024
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El presentador procedía a explicar qué le llevó a Gisbert sobre el barro y, en palabras de Jiménez, habría sido un simple gesto para favorecer la continuidad del programa. El colaborador, supuestamente, perdió la cobertura al entrar a un garaje, por lo que se grabó para enviar el vídeo y sumarlo al directo. "Se cree que va a aparecer manchado y luego limpio, pero al final yo creo que es vanidad de youtuber. ¿Vanidad imperdonable? Sí. ¿Hasta qué punto es imperdonable en un tipo que ha llevado insulina, generadores, que se ha dejado el alma y está ayudando a su ciudad? Pues no lo sé", se justificaba.
"Rubén Gisbert es de Catarroja, ha perdido amigos en esta tragedia y, quizás ese ha sido mi error, estaba en un caos psíquico como mucha gente que he visto. A Rubén se le ocurre, yo me quedo perplejo porque me enteré después, mancharse las piernas con barro en una situación en la que, hijo mío, no puedes pensar en el raccord, ni en el maquillaje ni en cómo estás", añadía el de Cuatro. "Llevaba cuatro o cinco días de barro hasta arriba y gastándose su dinero y ahí están las facturas para llevar medicinas con la furgoneta de Ángel Gaitán. Intentó ayudar a todo el mundo y eso no lo va a quitar ningún vídeo. Viendo el vídeo, yo quería matarlo", decía sobre el colaborador.
Jiménez aseguraba que no dio crédito cuando vio el vídeo que empezó a circular por redes sociales: " ¿Qué cojones hace uno de mi equipo, colaborador en este caso, manchándose los pantalones?, me pregunté. Mi equipo habitual, mi equipo de verdad sabe que si hacen eso, los mato con mis propias manos. Porque yo vengo del misterio, vengo de los ovnis, de las cosas que están muy mal vistas y he tenido a rajatabla drante 20 años no mentir ni maquillar las cosas". En ese instante, volvía a hacer autocrítica sobre su labor en los últimos días: "Estábamos tan impactados que yo me creí Robin Hood y no lo soy. Me creí un gran periodista e igual no lo soy. Vi las tiendas arrasadas, vi policías cayéndose... No puedes ser presumido cuando hay esta desgracia. Pido perdón por lo ocurrido. (...) No le puedo fulminar porque no es de mi equipo, pero sí podemos darle las gracias por el trabajo bien hecho".
"Yo he cometido un error, pero los otros también lo han hecho"
Iker Jiménez también se pronunció sobre aquel tuit en el que aseguró que "en el parking de Bonaire hay muchos cuerpos. Muchos cuerpos. Muchos". Al respecto, el presentador explicó que le fallaron sus fuentes: "Nunca jamás me he alegrado tanto de que mis fuentes fallen y de fallar yo". El presentador aseguró que, pese a que no podía desvelarla, la fuente "no era Perico el de los Palotes. Nos fiamos". Y aunque afirmó en varias ocasiones que no quería justificarse, procedió a leer distintos titulares de otros medios, de manera que su error pareciese menor al ser compartido.
"Lo que hago es asumir mis responsabilidades. Y que den lecciones los que quieran. Pero estábamos allí, estuvimos allí y ayudamos allí..."
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"Hubo un error más grande que todo esto: mi indignación. Yo estaba demasiado indignado. Y un periodista no puede estar demasiado indignado, eso no es bueno, porque se pierde la objetividad. Yo lanzo un tuit personal, pero no es Mediaset, no es Horizonte. Un tuit donde digo que va a haber muchos muertos. Error, desde luego. Pero es en mi casa, en la madrugada, hasta los cojones y pensando que nos están engañando", proseguía su alegato.
"He aprendido la lección, no se preocupen. Intentaré ser más escrupuloso, desconfiar de todas las fuentes y que la información que demos sea absolutamente certera porque sé que tenemos muchos ojos encima", decía Jiménez, que subrayaba que no es un "cobardica". Y otra vez, balones fuera: "Lo que hago es asumir mis responsabilidades y seguir sirviéndoles a ustedes que son la gente que nos apoya. Lo demás a mí me da igual. Yo no entro ahí, que cada compañero haga lo que quiera. Y que den lecciones los que quieran porque cuando ves algunas biografías y lo que han hecho, por ejemplo, en programas muy importantes de los 90, como en Alcàsser te sorprende mucho también que te den lecciones. Bueno, pues allá cada uno. No voy a meterme con ningún compañero, lo respeto, hagan su trabajo. Nosotros seguiremos aprendiendo para hacer el nuestro, pero estábamos allí, estuvimos allí, ayudamos allí. El pueblo nos venera".
Para terminar, Jiménez insistía en que, como buen "hombre que se viste por los pies", iba a asumir su culpa: "Pequé de indignado y me puse a repartir palos a diestro y siniestro. Fui un poco irresponsable".