Este miércoles 15 de diciembre a las 19:30 horas se celebra en la madrileña Puerta del Sol una manifestación histórica que tiene como objetivo principal demostrar que los derechos LGTBI no se negocian. Toda la izquierda madrileña formada por Más Madrid, PSOE y Podemos ha mostrado su apoyo y compromiso al colectivo LGTBIQ+, que puede ver reducidos sus derechos, consagrados por Ley desde 2016, por la propuesta que Vox ha llevado a la Asamblea de Madrid y que Isabel Díaz Ayuso se ha abierto a negociar y que tiene como objetivo derogar o modificar las leyes LGTBI y Trans que se aprobó con un amplio consenso en el Gobierno de Cifuentes.

El Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid registró una Proposición de Ley bautizada como ‘Ley Integral de Igualdad y no Discriminación’, en la que propone derogar por completo las leyes que actualmente protegen al colectivo LGTBI en la región. No solo eso, sino que también eliminará cualquier referencia a la violencia de género en las leyes y las instituciones.

Más Madrid se ha mostrado en contra de la intentona de recortar derechos -que de consumarse sería la primera vez que se recortan derechos LGTBI en democracia- y animan a todos a ir a la manifestación, cualesquiera que sean su orientación sexual o identidad de género. Eduardo Rubiño, presidente del Grupo Parlamentario Más Madrid, ha charlado sobre ello con ElPlural.com, explicando la importancia de la manifestación y lo que puede suponer para el conjunto de la sociedad.

PREGUNTA: ¿Por qué es importante manifestarse este miércoles en Sol?

RESPUESTA: Porque no nos podemos permitir la vergüenza como país de dar un retroceso en una materia en la que siempre hemos sido vanguardia y referencia. A España siempre se nos ha mirado con cierta envidia, con cierto entusiasmo en esa senda de progreso, que poco a poco fue haciéndose durante las últimas décadas. Este posible retroceso en las leyes LGTBI podría ser el primer retroceso en la materia de la historia de nuestro país.

P: ¿Qué derechos del colectivo LGTBI están en juego?

R: Es muy gracioso que estos días se repite mucho este argumentario de Vox que dice que las personas LGTBI tenemos los mismos derechos que cualquiera, que no hace falta que seamos especiales. Y eso efectivamente es verdad. Nosotros no reclamamos más derechos que nadie ni ningún privilegio. Tampoco ninguna de las leyes que existen actualmente dan más privilegio a las personas LGTBI, lo que pasa es que históricamente hemos sido unas personas discriminadas en este país y por eso, igual que hacen falta leyes para luchar contra la violencia machista, hacen falta leyes para acabar con la LGTBIfobia, que es una lacra que existe en España. La argumentación de Vox y el PP nos lleva a dejarnos desprotegidos, cuando la realidad es que ser LGTBI en España sigue significando sufrir agresiones en la calle, acoso escolar en las escuelas, que se nos juzgue por la forma de moverse, mostrarte, darte un beso por la calle, por la identidad de género que tienes o darte la mano como cualquier persona heterosexual. Hay derechos que están siendo vulnerados y estas leyes tratan de garantizar que tengamos los mismos derechos que cualquier otro ciudadano español.

Si habláramos en concreto de las leyes podríamos hablar de medidas en el ámbito educativo, en el ámbito de la juventud, de lo que tiene que ver con el ámbito afectivosexual, de lo que tiene que ver con el adecuado tratamiento de las personas trans cuando hacen algo tan sencillo como ir al médico o a una biblioteca, de que se prevenga la LGTBIfobia o algo tan fundamental como que gracias a estas leyes en la Comunidad de Madrid están prohibidas las terapias de curación de la homosexualidad. Si se derogaran dejarían de estar prohibidas porque ninguna ley estatal lo dice.

P: ¿Crees que habrá una participación alta?

R: Creo que tiene que tener una afluencia masiva. Y creo que será un éxito si conseguimos que no solo vayan personas LGTBI a esa manifestación. El llamamiento que tenemos que hacer es que cualquiera, independientemente de su orientación o de su identidad de género, que crea que hay que defender la democracia y los derechos de todos y de todas a vivir en un país libre, debe estar en esa manifestación.

Al igual que nuestros amigos heterosexuales vienen el día del orgullo a pasárselo muy bien en la fiesta que se monta en la manifestación, creo que estaría muy bien que acudieran un día como hoy. Más allá de con quién se identifiquen debe haber una respuesta ciudadana en Sol transversal, que desborde la plaza y que permita plantar cara al retroceso en derecho.

P: Ayuso ha dicho que las leyes LGTBI y Trans no serán derogadas, pero se ha abierto a reformarlas, ¿qué supone?

R: Eso es lo que queríamos saber. Lo hemos preguntado en muchas ocasiones y no concretan nunca los derechos que quieren quitar y cambiar. Que Isabel Díaz Ayuso diga que quiere mejorar la Ley LGTBI o la Ley Trans de la mano y pactando con Rocío Monasterio, pues qué quieres que te diga... Es una señora que firmaba manifiestos a favor de terapias de la curación de la homosexualidad... mejorar, mejorar, lo que se dice mejorar, no cabe esperar que se vaya a hacer. Lo que van a hacer es recortarla.

Ayuso pulsó en 2016 cuando era diputada el botón favorable a estas leyes, las votó cuando fueron aprobadas por un amplio consenso. Ahora, como está compitiendo por el electorado de Vox parece que ha cambiado de ideas, pero no especifica qué artículos.

P: ¿Solo el hecho de que se vaya a debatir este jueves la propuesta de la extrema derecha no es dar un paso atrás en la democracia?

R: Pues sí, y creo que no deberíamos normalizar lo que va a ocurrir. Los parlamentos no tienen que debatir sobre cómo retroceder en libertades. Es muy triste que en 2016 estuviéramos concretando el gran avance, con un consenso que aunaba a la derecha por primera vez.

Esto era muy importante. La derecha, que se había opuesto al matrimonio igualitario, se había opuesto al derecho de adopción de las personas homosexuales con aquellas frases que todos recordaremos de Ana Botella sobre la adopción, la derecha que se había opuesto a la Ley Trans en 2016, parecía que se había enterado en 2016 de que en este país la cuestión que tiene que ver con los derechos LGTBI tenía que ser una cuestión transversal a las ideologías.

Desgraciadamente algo ha cambiado cuando cinco años después nos encontramos debatiendo por cómo damos pasos atrás con esta ola reaccionaria que parece que vuelve a poner en la diana a colectivos que nos habíamos ganado el respeto y el derecho a que se nos reconociera incluso cuando quedaba mucho camino para recorrer.

P: ¿Por qué a pesar de que en Madrid las leyes LGTBI y Trans llevan aprobadas años no han sido muy eficaces para cumplir sus objetivos?

R: Deberíamos estar debatiendo de eso, de cómo hacer cumplir las leyes en lugar de cómo recortarlas. Estas dos leyes dependen de un gobierno que las desarrolle y el PP nunca ha tenido un verdadero interés en que se desarrolle, en gran medida están sin cumplir.

Por ejemplo, la Ley LGTBI exige al Gobierno de la Comunidad de Madrid desarrollar una estrategia integral educativa para acabar con el acoso por LGTBIfobia en las aulas y garantizar la educación afectivosexual en las aulas. No se ha llevado nunca a cabo. Se ha mantenido prácticamente sin cumplir el régimen sancionador, que significa que se le pueden poner multas o sanciones a gente que tenga actos homófobos. Desde que llegó Ayuso, porque antes sí se hacía alguno, no se ponen multas ni sanciones como dice la Ley LGTBI.

También podemos hablar del centro de documentación y memoria histórica, las medidas de apoyo a las personas trans en situación de vulnerabilidad y tantas y tantas cosas que convierten a las leyes un poco en papel mojado. Sin embargo, aunque no se cumplan como deben, eso no significa que no sea mucho mejor tenerlas y tener ese marco jurídico a no tenerlo. 

P: ¿Por qué este retroceso en derechos ocurre en Madrid y no en otras autonomías gobernadas por el PP?

R: En Madrid tenemos la versión más radical del Partido Popular. Yo creo que Ayuso está en una carrera por hacerle la cama a su propio jefe de partido: por ello ha querido situar como alternativa visible a Sánchez y también para eso ha querido fagocitar al electorado de Vox. Ayuso no solo necesita los votos de Vox para aprobar unos presupuestos, que también, que evidentemente acaban de llegar a un acuerdo y esto forma parte de una agenda oculta de ese acuerdo.

El problema es que Ayuso está compitiendo con el electorado de Vox y quiere traer a personas que quieren que nuestros derechos retrocedan. Son pocos, pero quieren rehomofobizar la sociedad. Les satisface ver cómo las personas LGTBI perdemos derecho. Es peligrosísimo.

P: Ayuso insiste en no colectivizar a las personas LGTBI explicando que “no son ni extraños ni diferentes”. ¿Por qué y qué supone desmovilizar a un colectivo?

R: Busca separar a las personas, que vaya de manera individual y no se unan. Hay que decir una cosa: quien colectiviza a las personas LGTBI es quien agrede a las personas LGTBI cuando van por la calle. Lo que nos une es que hemos sufrido discriminaciones muy parecidas y hemos vivido situaciones en las que nos vemos reflejados los unos a los otros. Yo conozco a muy pocas personas LGTBI a las que no les hayan llamado en algún momento de su vida "maricón" o que no haya sufrido algún tipo de acoso cuando estaba en la escuela, o que no haya visto coartada la expresión de su propia identidad u orientación. Nos une ser objeto de una violencia.

Por supuesto que somos plurales y cada persona LGTBI piensa de una manera distinta. No somos un pack homogéneo y nadie lo pretende. Históricamente, la única forma de avanzar es organizándose, conquistar derechos es agruparse y pelear juntos y juntas. Lo que hace Ayuso es un insulto a muchos colectivos que se han partido la cara por conseguirlos y sin los cuales Madrid no sería lo que es. 

P: ¿Cuáles son las mejores medidas, herramientas o políticas para combatir el odio que difunde la extrema derecha?

R: Yo decía antes que había que cumplir las leyes autonómicas, pero creo que hay que acelerar los trámites de la Ley Estatal LGTBI y Trans, que pasó su primer trámite en el Congreso. El Gobierno progresista tiene que acelerar la aprobación de esa ley porque no se entendería que teniendo una oportunidad histórica, con números y siendo una de las promesas del Gobierno de coalición dejara correr la legislatura e impidiera esto.

Íñigo Errejón ha solicitado en el Congreso que se aceleren los trámites legislativo. Además, la parte de las personas trans tiene que saldar una deuda histórica con este colectivo con la autodeterminación de género ya que la ley de 2007 está obsoleta. 

P: El PSOE ha presentado en el Congreso la Ley Zerolo, que ha sido apoyada por Más País. Sin embargo, los colectivos piden históricamente una Ley LGTBI y una Ley Trans, ¿cuál sería conveniente aprobar?

R: Yo creo que una vez tenemos un texto en el Consejo de Ministros, con las mejoras que pueda tener en el proceso de enmiendas, y que desde luego se hará, lo importante es que se tramite y no se pase la legislatura. Sería imperdonable que se disolvieran las Cortes en cualquier momento, como puede pasar, porque la política se mueve mucho, y que no haya dado tiempo a tramitar.

P: ¿Falta voluntad política en Madrid con la realidad de las personas LGTBI? Por ejemplo la PrEP solo se suministra en la clínica Sandoval y tiene una situación muy precaria.

R: Tiene que ver con salud sexual y trasciende a las personas LGTBI. Acaba de ser el Día Mundial de la lucha contra el SIDA y hablábamos en el pleno de la situación del centro Sandoval, que actualmente es el único en el el que se dispensa la profilaxis preexposición (PrEP) y que además es uno de los pocos especializados en cuestiones de salud sexual.

Cualquier madrileño que haya acudido a ese centro, yo desde luego las veces que he acudido lo he comprobado muy claramente, sabe que hacerse unos sencillos análisis o un chequeo porque quieres cuidar de tu salud sexual supone estar en una larga cola que da la vuelta a la manzana y que llega a un parque cercano. Significa que cuando acaba la cola no te atienden porque han llegado al cupo y no tienen espacio para más. Actualmente, ese centro tiene para solicitar la PrEP, que es una de las mejores formas de controlar el VIH, hay una lista de espera de seis meses. Hay otras comunidades, incluso del PP, en el que hay veinte o catorce centros. La única explicación posible es que si quieres que te atiendan te vayas a la privada. Los que se lo pueden permitir acuden a buscar la PrEP a un hospital privado, y es un criterio nefasto que se aplica en todas las políticas sanitarias de la Comunidad de Madrid.