El periodista, youtuber y colaborador de Ni que fuéramos Javier de Hoyos ha pronunciado un emocionante alegato en el que ha recordado la gran ayuda que le prestó su mejor amiga defendiéndole del acoso escolar que sufrió en el colegio. 

"¿Tú lo pasaste muy mal?", le preguntaba María Patiño. "Sí, claro. Al final había una epoca en la que me costaba ir a clase porque sabía que me iban a poner la mochila encima del armario, o tocarme el culo o cualquier clase de vaciles", respondía el colaborador, antes de emocionarse al recordar a Jessica, su mejor amiga.

"Yo tenía a mi mejor amiga, que para mí es mi ángel de la guarda, Jessica", continuaba, teniendo que parar por estar visiblemente emocionado. Varios de sus compañeros se acercaron a darle un abrazo y consolarle. "Es la persona que me defendía, me apoyaba y daba la cara por mí. Es como mi ángel de la guarda. Cuando venían a meterse conmigo y a vacilarme, ella le contestaba a cualquiera que viniese a meterse conmigo", ha recordado.

 

Este alegato ha recibido muchos comentarios de apoyo en redes sociales.

 

 

 

Defensa contra el bullying

El bullying, caracterizado por conductas agresivas y repetitivas que generan un desequilibrio de poder, a menudo involucra a otros estudiantes que pueden adoptar roles diversos, como apoyar al agresor, defender a la víctima o simplemente quedarse al margen.

Para explorar cómo estas conductas defensivas evolucionan con el tiempo y su conexión con la dinámica social en las aulas, las investigadoras del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba, Eva Romera, Ana Bravo y Rosario Ortega, en colaboración con Christian Berger de la Universidad Pontificia Católica de Chile, llevaron a cabo un estudio longitudinal con 3,303 adolescentes. Contrariamente a la creencia común de que el rol de defensor de las víctimas es estático, los resultados del estudio destacan la importancia de entender las diversas trayectorias que pueden seguir los adolescentes. Después de cuatro oleadas de recopilación de datos a lo largo de dos cursos académicos, se identificaron cuatro trayectorias: un grupo que se mantuvo estable en niveles elevados de defensa, otro que disminuyó, uno que aumentó y un grupo que se mantuvo en niveles bajos de defensa en todo el recorrido.

La profesora Eva Romera destaca que los resultados son alentadores, ya que el 84% de los adolescentes mostraron una defensa sostenida a lo largo del tiempo, y un 5% que inicialmente no defendían a las víctimas comenzaron a hacerlo con el tiempo.

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