Desde hace unos cuantos días no tenemos constancia de que WhatsApp prepare alguna novedad de última hora. El no haber noticias en este sentido es en sí misma una noticia, puesto que la aplicación de Facebook no ha dejado de sumar incorporaciones o funcionalidades, unas mejores que otras, en los últimos 20 meses casi todas las semanas, cuando no varias en la misma semana.

No vamos a especular acerca de los motivos de este ‘parón’ tecnológico whatsapperiano. No obstante, tampoco parece descabellado pensar que esté relacionado con los problemas de su empresa matriz, Facebook, y la masiva filtración de datos, cuya culminación ha sido la comparecencia por partida doble de su fundador, Mark Zuckerberg, ante el Congreso de EEUU para dar explicaciones.

En medio de todo esto, sin embargo, nos hemos enterado de que existe la posibilidad de secuestrar WhatsApp.

Secuestrar tu WhatsApp

No hablamos de entrar en la sede de la compañía y hacer realidad la serie ‘La casa de papel’ en plan tecnológico. Se trata de que secuestren el tuyo, el que utilizas cada día en tu teléfono móvil.

Que la aplicación del teléfono verde es un caramelo para los ciberdelincuentes está fuera de toda duda. Son muchos los ejemplos; al fin y al cabo cuenta con más de 1.300 millones de potenciales víctimas.

No obstante, algo como lo del secuestro, no se había visto hasta que hace un par de semanas se dieron los primeros casos en Navarra.

El modus operandi es sencillo pero enrevesado a la vez. En primer lugar los hackers se descargan la herramienta en un smartphone. Al azar meten el número de cualquiera, que se convertirá en víctima tan pronto como pique.

La verificación en dos pasos

Desde hace un tiempo WhatsApp dispone de la verificación en dos pasos. Esta modalidad fue vendida por la compañía como un punto más de seguridad. Ahora, sin embargo, se convierte en la llave para que los delincuentes puedan lograr su objetivo.

Una vez que los ‘amigos de lo ajeno’ han introducido tu número de teléfono (es lo que se necesita para acceder a WhatsApp), solamente precisan el código de verificación que la app envía a través de SMS. Como el estafador te aparece como un contacto tuyo (antes se hacen con él para poder comunicarse contigo), nada te hace sospechar.

Es entonces cuando ese ‘amigo’ simplemente te pide que le envíes el código de verificación para poder “desbloquear” su propio WhatsApp. Como te fíes (que lo harás porque es un contacto), dejas en sus manos tu propia app y para volver a poder utilizarla el delincuente te pedirá un rescate consistente en dinero, claro.

Aunque parezca surrealista, lo cierto es que en Navarra, la Policía Foral ha detectados varios casos. De ahí que si te llega un mensaje de un contacto pidiéndote dicho código, ya sabes.

En caso de haber caído en la trampa debes denunciarlo. Para evitar esta situación, desconfía en caso de un WhatsApp de estas características y, sobre todo y a pesar de que es el ‘puente’ que los secuestradores utilizan, no está de más que actives la verificación en dos pasos (aquí te decimos cómo hacerlo) con el objetivo de ponérselo un poco más difícil a los estafadores.