Las nuevas tecnologías han supuesto una auténtica revolución en muchos campos y la cirugía es uno de ellos. La incorporación de robots a los quirófanos ha cambiado la forma de intervenir. Las manos del cirujano han pasado a los mandos de una consola para que sean los brazos de una máquina los que se ‘adentren’ en el paciente.

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid es uno de los centros que ha apostado por robotizar muchas de sus intervenciones. Su aliado tiene nombre: Da Vinci.

Cirugías menos invasivas y más precisas

Desde su lanzamiento hace dos décadas, la cifra de intervenciones realizadas de este modo no ha dejado de crecer. En 2018 se llevaron a cabo más de un millón en el mundo, 5.600 en España.

El uso de Da Vinci ofrece una técnica mucho más precisa. “Se elimina completamente el temblor de la mano y podemos girar el instrumental en angulaciones mejores que en otros tipos de cirugía”, explica a ELPLURAL.COM el doctor Ignacio Muguruza, jefe del servicio de Cirugía Torácica del citado centro.

Del mismo modo, como la visión del campo quirúrgico es mucho mayor, “se ven, en 3D y con gran detalle, lesiones muy pequeñas, de apenas uno o dos centímetros”, destaca.

Xi Da Vinci

A estas ventajas hay que añadir ahora otras, las que confiere Xi Da Vinci, la versión más evolucionada de este robot que ha comenzado a utilizar Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

“Supone un avance más hacia la cirugía mínimamente invasiva para muchas especialidades", destaca el doctor Cabello, especialista del servicio de Urología.

Este último modelo añade a los beneficios que ya tenía este tipo de abordaje, “mayor precisión y seguridad”, puntualiza. “Las incisiones que se realizan son aún más pequeñas, lo que hace que el sagrado sea menor y se reduzca la necesidad de transfusiones”. 

A esto hay que añadir que hay “menos dolor postoperatorio y menos riesgo de infección postquirúrgica, de manera que se acorta también el tiempo de hospitalización y de recuperación”, destaca el Dr. Muguruza.

De esta manera, el cirujano tiene "mayor precisión para poder realizar operaciones más complejas" y el paciente experimenta "menor trauma quirúrgico”. “La recuperación es mucho más rápida, lo que facilita que vuelva mucho antes a su vida normal", apuntan.

Importantes mejoras

Como las versiones anteriores, el sistema Xi está formado por tres componentes, la consola quirúrgica, el carro del paciente y la torre de visión. Sin embargo, incorpora importantes mejoras. Facilita una visión 3D aumentada hasta diez veces, asegurando la claridad y precisión de los detalles anatómicos. “La calidad y ángulo de la cámara, facilita la preparación y realización de los procedimientos", puntualiza el jefe de servicio de Cirugía Torácica.

Xi Da Vinci

Consola quirúrgica, carro del paciente y torre de control del sistema Xi Da Vinci.

 

La consola transforma el movimiento de las manos del cirujano en impulsos que son canalizados a los cuatro brazos robóticos, que permiten al especialista controlar autónomamente hasta tres instrumentos y una óptica, y “utiliza pinzas con tamaños de 8 mm, dando libertad de movimiento en siete ejes y una rotación de 3600”, apunta.

Asimismo, el nuevo modelo de robot tiene un láser de posicionamiento, que optimiza la posición de los brazos robóticos según la intervención seleccionada. “Permite una cirugía multicuadrante”, relata este cirujano, es decir, “efectuar intervenciones más complejas sobre órganos ubicados en cuadrantes diferentes, sin modificar la posición del robot y del paciente”.

A esto hay que añadir que incorpora también el sistema FireFly, un filtro de luz que permite visualizar en tiempo real imágenes de alta resolución del flujo vascular y microvascular de los tejidos.

Por otro lado, la colocación de los puertos es más sencilla y rápida que en modelos anteriores, permite formar y entrenar a través de un simulador virtual y dispone de máquinas grapadoras articuladas con control robotizado, esenciales, por ejemplo, “en las resecciones pulmonares, que se ven así facilitadas", puntualiza el Dr. Muruguza.

Todas estas ventajas añadidas permiten acceder de forma más fácil a anatomías complicadas, mejorar la radicalidad oncológica y la precisión reconstructiva.

Compatible con otras tecnologías

Da Vinci Xi, además, es compatible con otras tecnologías presentes en los quirófanos de todo el mundo y ofrece la posibilidad de utilizar la tecnología Single-Site (un único acceso, a través del ombligo, que optimiza la estética).

Del mismo modo, permite conectar una segunda consola para que dos cirujanos puedan realizar juntos la intervención, lo que aumenta la eficiencia en la formación, reduce la curva de aprendizaje y hace factible la asistencia quirúrgica.

Grandes resultados

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ya ha utilizado el nuevo modelo en dos intervenciones urológicas -realizadas por los doctores Ramiro Cabello y Cristina Quicios- y en una de cirugía torácica -llevada a cabo por los doctores Ignacio Muguruza Pablo Fernández. En todos los casos el resultado ha sido muy exitoso. La evolución y recuperación del paciente ha sido muy favorable, lo que permitió darles el alta tras estancias hospitalarias muy cortas.

Estas dos especialidades-Urología y Cirugía Torácica-serán las que más se beneficiarán del Xi Da Vinci para abordar patologías como el cáncer de próstata, el carcinoma renal y vesical, los prolapsos pélvicos, los tumores de mediastino anterior y posterior, las timectomías en casos de miastenia gravis y las resecciones pulmonares en pacientes con cáncer de pulmón.

Sin embargo, también se empleará en otras áreas como Ginecología y para otras cirugías como la colorrectal.

Dres Muguruza y Fernández (3º y 2º por la izda), junto al resto del equipo

Los doctores Muguruza y Fernández (3º y 2º por la izda), junto al resto del equipo. 

 

Una apuesta de futuro

El sistema Xi constituye la última incorporación tecnológica al bloque quirúrgico de la Fundación Jiménez Díaz, que dispone de la tecnología de imagen más avanzada del panorama sanitario nacional. Cuenta con dos quirófanos híbridos, un quirófano comunicado con resonancia magnética de alto campo intraoperatoria y cuatro quirófanos polivalentes. De lo que no hay duda es de que el porvenir de la cirugía pasa por la robotización de los procedimientos y el camino no ha hecho más que comenzar.