Wegow es una de las principales páginas de compraventa de entradas de conciertos. Tiene contrato con grupos y músicos de todo estilo y cada año son millones las personas que acuden a su web para hacerse con una entrada. Sin embargo, la polémica le ha golpeado en las últimas horas después de conocerse que su director comercial era uno de los que había propiciado insultos neonazis contra el periodista Fonsi Loaiza en la Feria del Libro de Madrid.

El propio informador contaba en sus redes sociales que se trata de Bubby Sanchís -a su vez gerente, fundador, o como se prefiera decir (aunque la plataforma desmiente este último cargo) de la mencionada plataforma- y pedía a bandas y artistas de los que se reconocía admirador a romper cualquier relación laboral con Wegow si no se tomaban medidas efectivas por parte de la empresa. Entre estos grupos se encontraban Estopa, Rozalén o Los Chikos del Maíz, todos ellos abiertamente de izquierdas.

Los grupos de música lo tenían claro: "Fascismo puro"

Muchos de ellos no tardaban en reaccionar a la petición y solicitaban a la compañía que expulsara a Sanchís o, de lo contrario, rescindirían el contrato. Ejemplos de ello han sido, precisamente, Los Chikos del Maíz, que escribían en X (antiguo Twitter): “Esperamos que las medidas sean efectivas e inmediatas, de lo contrario nos veremos obligados a rescindir toda relación laboral con vosotros”.

A esta banda, histórica conocida de la izquierda, se sumaban otras asimismo progresistas como Ska-P. Los vallecanos anunciaban que se unían también a esta petición: “Fue un acto fascista que tiene que tener respuesta inmediata”. Y así suma y sigue.

La plataforma enviaba un comunicado en el que aseguraban haber tenido constancia a través de redes sociales de los hechos acontecidos el pasado 14 de junio en el evento cultural “durante los cuales estaba presente un empleado de la campaña”. “Hemos sido informados de unos comentarios muy desafortunados publicados en redes sociales tras el incidente por este mismo empleado”, añadían.

Asimismo, comunicaban “de forma oficial que desde Wegow no solo no compartían, sino que rechazaban contundentemente dichos comentarios y actitudes”. “Queremos resaltar que no nos posicionamos con ninguna ideología política y rechazamos categóricamente la violencia en cualquiera de sus formas”.

“En estos momentos”, apostillaban de manera oficial, se encontraban “investigando en detalle todo lo sucedido” y anunciaban tomar “las medidas oportunas en consecuencias”; unas medidas que se han saldado con el despido de la persona implicada en los comentarios.

Con el paso de las horas, Wegow informaba en su perfil de X de que había decidido “prescindir con carácter inmediato de los servicios de dicho empleado”.

La empresa de entradas aseguraba su “más firme y contundente rechazo a cualquier tipo de violencia física, verbal o emocional y a cualquier actitud o comportamiento que no estén absolutamente encuadrados en los principios de libertad, respeto y tolerancia”. “Asimismo, con esta decisión reforzamos nuestro compromiso con un ambiente de trabajo seguro y respetuoso, pidiendo respeto hacia el resto de nuestros empleados, que nada tienen que ver con una actitud individual y aislada como la descrita”.

Asimismo, Wegow desmiente que se trate del exfundador de la compañía, sino que es un empleado que “comenzó a prestar sus servicios varios años después de la fundación”.