El CIS de Tezanos ha centrado su barómetro de septiembre en el impacto del coronavirus en la sociedad y en los cambios sociales derivados de la pandemia. Una de las consecuencias más relevantes es el cambio en el modelo educativo, con la popularización obligada de las clases online ante las restricciones a la movilidad por los contagios de Covid-19.

Sin embargo, los españoles no están a favor de las clases online y un 36,1% apuesta por mantener las clases presenciales al 100%, tal y como demuestra el último barómetro del CIS. La siguiente opción preferida por los españoles es la mezcla entre clases presenciales y clases online, con un 35,8% de adeptos.

Muy lejos de estos porcentajes se encuentran el 9,6% que aboga por las clases online tras el impacto de la pandemia y el 4,4% de los encuestados, que prefiere que no haya clases hasta que termine la pandemia.

Entre las opciones minoritarias aparecen los matices, dependiendo de varios factores. Un 1,2% cree que la organización de la educación debería estudiarse según las edades y los cursos; un 1,3% considera que depende de factores sanitarios como la evolución de la pandemia, las zonas y las medidas tomadas para paliar los contagios; un 0,6% alega que dependería de los recursos económicos y necesidades de los progenitores y un 0,4% cree que depende del colegio, de su preparación y de las medidas tomadas para frenar los contagios.

Por otro lado, un 0,6% de los encuestados cree que la mejor opción para el curso 2020-2021 es la educación presencial pero con un mayor número de profesores y grupos reducidos de alumnos, acudiendo por turnos a las clases presenciales. Este es uno de los principales problemas a día de hoy, en pleno mes de septiembre con la vuelta al cole, con opiniones muy diferentes entre padres y madres.