El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este martes su barómetro especial sobre la crisis del coronavirus y sus consecuencias. Entre otros aspectos, el CIS ha preguntado a los españoles qué es lo que harán cuando se levante el estado de alarma, es decir, en la etapa del postconfinamiento o la nueva normalidad.

La opción favorita de los españoles es ir a bares y restaurantes, respondida por un 68% de los encuestados, una de las prácticas que mejor caracterizan a la sociedad española. En este caso, solo un 30,4% asegura que no irá a este tipo de locales en el postconfinamiento. 

La segunda opción es viajar en España, con un 58,9% de adeptos y un 39,2% de encuestados en contra, en un momento en el que el turismo nacional se ha visto fuertemente dañado por la crisis del coronavirus y por las restricciones a la movilidad de los ciudadanos a nivel internacional. 

El pódium lo completa la compra de productos de moda y calzado, algo que ya se puede hacer incluso en la fase 0 de la desescalada, con un 58,4% de adeptos y un 40,4% de personas que responde que no lo hará, con cifras muy similares a las del turismo nacional. 

Solo un 3,4% prevé comprar una casa tras la crisis sanitaria

Las siguientes actividades que los españoles prevén realizar cuando se levante el estado de alarma es hacer arreglos en casa, con un 19,5% de adeptos y un 80,3% en contra. En esta línea, solo un 3,4% de los encuestados prevé comprar una casa nueva en la nueva normalidad, una clara muestra de la paralización del mercado inmobiliario por el impacto de la crisis económica.

Muy por debajo del turismo nacional se encuentra la opción de viajar al extranjero, donde solo un 14,2% de los encuestados reconocen que viajarán fuera de las fronteras en la nueva normalidad. 

En cuanto a las compras de bienes y servicios, un 15,3% reconoce que comprará algun electrodoméstico para el hogar, mientras que solo un 7% de los encuestados optará por comprar un ordenador y un 4,2% comprará un coche cuando pase el estado de alarma. La caída del consumo entre las familias es otra de las consecuencias de la crisis económica derivada de la crisis sanitaria.

Por otro lado, uno de los menores porcentajes es para la inversión de ahorros en acciones, bonos o deuda pública, ante la que solo un 5,2% reconoce que lo haría en la etapa del postconfinamiento.