Aunque por fechas todavía no hemos iniciado el verano, las temperaturas de las últimas semanas nos han metido de lleno en esta estación. El sol luce en buena parte del país, y, si bien es cierto que hay que tomar ciertas precauciones con respecto a él, también lo es que es una importantísima fuente de vitamina D.

Este nutriente, fundamental para nuestro organismo, tiene múltiples ventajas para la salud. “Mejora el funcionamiento del sistema inmunitario y el control glucémico; facilita la absorción de calcio y fósforo, dos minerales que benefician a los huesos y músculos; y favorece varios de los procesos químicos importantes para el organismo”, resume el Dr. Emilio González Parra, especialista del Servicio de Nefrología e Hipertensión del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

La Vitamina D, no obstante, no solo se obtiene a través de la exposición moderada al sol, sino también a través de fármacos dirigidos a incrementar sus valores cuando así se precisa. Sin embargo, aunque se utiliza con frecuencia debido a sus efectos sistémicos, “solemos desconocer los motivos por los que se usa en otras especialidades”, advierte este médico.

Dr. Emilio González Parra

Esta es la razón por la que este centro hospitalario ha organizado un curso avalado por la Universidad Autónoma de Madrid centrado en este punto. La iniciativa se ha desarrollado bajo el título ‘Visión Multidisciplinar del Uso de la Vitamina D’ y se ha estructurado en base a dos encuentros dirigidos a la comunidad médica encaminados a intercambiar conocimientos sobre las cualidades de esta sustancia y su impacto en la salud.

De este modo, y gracias a la participación de especialistas de los servicios de Endocrinología, Geriatría, Medicina Interna, Cardiología, Rehabilitación, Oncología, Reumatología, Hematología, Ginecología y Nefrología, se han podido abordar los diferentes enfoques que las distintas especialidades tienen sobre  esta vitamina,  aprender nuevos usos y conocer la práctica clínica de su utilización.

Clave para el sistema endocrino

Uno de los aspectos para los que es clave la vitamina D es para la adecuada regulación del sistema endocrino. “Es el actor principal en todas las enfermedades del metabolismo, calcio y fósforo y, en particular, de la patología de las glándulas paratiroides”, subraya la Dra. Clotilde Vázquez Martínez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la FJD.

 A esto, añade esta especialista, se suma que “la vitamina D doblemente hidroxilada es considerada una auténtica hormona que interviene en multitud de procesos, incluidos los fenómenos intranucleares relacionados con la expresión génica”.

Es por ello que este nutriente no solo resulta fundamental para mejorar la sintomatología de distintas enfermedades, sino que también juega un papel crucial “en toda la patología renal y de las glándulas paratiroides”, resalta.

Dra. Clotilde Vázquez

Del mismo modo, la falta de vitamina D está asociada al desarrollo o empeoramiento de enfermedades endocrinas como la diabetes tipo 1 o tipo 2, la obesidad y las enfermedades tiroideas autoinmunes.

Tratamientos

A la hora de administrar este nutriente existen múltiples estrategias. “Se puede usar la vitamina D nativa, que es la manera más fisiológica, en dosis diaria o semanal”, apunta el Dr. González Parra, que añade que “en España se usa calcidiol, que es menos fisiológico”.

Del mismo modo, también pueden emplearse moléculas activas como el calcitriol, aunque su uso no suele ser habitual debido a su toxicidad.

La vitamina D no implica contraindicaciones. No obstante, no se puede tomar de manera incontrolada y siempre ha de monitorizarse su administración.

Dado que es liposoluble, puede provocar la acumulación de hormonas, y esto llevar a una intoxicación. “Si esto ocurre, debe suspenderse su administración y esperar la eliminación”, apunta este nefrólogo.

Infecciones, tumores y problemas cardiovasculares

Pero además de con el sistema endocrino, la vitamina D está relacionada con otro amplio abanico de enfermedades entre las que están infecciones, tumores y problemas cardiovasculares, lo que hace que este nutriente contribuya también a reducir la mortalidad

En este sentido, en el curso organizado en la Fundación Jiménez Díaz se ha abordado cómo los niveles más altos de vitamina D se asocian con un menor riesgo de evolución negativa de distintos procesos, entre ellos los relacionados con la Covid-19, tal y como evidenció un estudio realizado el año pasado en el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD (IIS-FJD).