En medio de muchas lágrimas y más emoción, seis adultos se ofrecieron este lunes a Santa Marta, en una multitudinaria romería organizada por la parroquia de San José de Ribarteme, en As Neves, un pequeño pueblo de Pontevedra (Galicia). La procesión la completó un séptimo ataúd vacío y cerrado. Sin embargo, inicialmente el número total era de 10, pero tres solicitantes decidieron no acudir al acto.
De esta manera, estas personas decidieron agradecer a la Santa su tarea de interceder ante Dios para alejar la muerte de sí mismos o de un ser querido. Se trata de una de las tradiciones más antiguas y extrañas del mundo, y según los expertos proviene desde la Edad Media