Esther Prada, una vecina de Ponferrada, de 89 años, ha protagonizado una de las anécdotas de la jornada electoral, al acudir a votar con una foto suya antigua en un marco de plata, según el Diario de León.

Esther debió pensar que en la foto de su carné de identidad no se la reconocería porque acudió a votar la mañana del domingo al colegio público del Barrio de los Judíos con una instantánea de hace años. Esto, después de presentarse con una factura de la luz como única identificación. Cuando los miembros de la mesa electoral le dijeron que esa opción no era válida, la mujer se fue a casa y volvió con un pasaporte, que estaba escrito a mano, por lo que tampoco era válido.

A la tercera fue la vencida y Esther regresó, esta vez con el DNI, pero acompañada de la foto en el marco de plata. Y finalmente pudo ejercer su derecho al voto.