La realidad supera la ficción, como demuestra este caso de una funeraria que confundió los ataudes de un guardia civil y un expolicía nacional fallecidos. Los dos coches fúnebres partieron de Madrid, uno rumbo a Valladolid y otro a Torremocha, en Cáceres, pero por error con los ataúdes equivocados.

El hijo de uno de los fallecidos, el que debía llevar a Torremocha, dio la voz de alarma cuando detectó que las coronas que habían comprado no estaban. Abrieron la caja y en su interior se encontraba el cuerpo de un guardia civil en el lugar del de su padre, un expolicía nacional. 

Los coches tuvieron que volver el camino de vuelta y encontrarse en Navalmoral de la Mata, donde intercambiaron los ataúdes, según adelantan los informativos de Antena 3. La funeraria madrileña que cometió el error realiza cerca de medio millón de servicios en toda España, la mayoría de ellos sin incidencias.