Pregunta (P): En años anteriores PACMA ha centrado su movilización en combatir el Toro de la Vega, ¿por qué lo hace este año con las becerradas?

Respuesta (R): La abolición del toro de la Vega es una batalla ganada pero hay que seguir dando pasos hasta conseguir la prohibición de todos los espectáculos taurinos, porque todos suponen un sufrimiento tanto físico como emocional para los animales. El caso de las becerradas es especialmente cruel debido a la escasa edad de los animales y a su absoluta incapacidad para defenderse. Además cuenta aún con un mayor rechazo social que el resto de espectáculos taurinos, hasta el punto que incluso muchos aficionados a la tauromaquia lo rechazan. La prohibición de las becerradas es el siguiente paso lógico hasta la prohibición total de esta barbarie.

P: ¿En qué consiste exactamente una becerrada?

R: Una becerrada es prácticamente igual que una corrida de toros, excepto que no se utilizan picadores. Primero se los torea con el capote, luego se clavan las banderillas, después se utiliza la muleta y finalmente se los da muerte con el estoque. Este estoque atraviesa el cuerpo del animal, destrozando a su paso diferentes estructuras, como los pulmones, el hígado, venas y arterias etc… Esto provoca una gran hemorragia interna que hará que el animal muera asfixiado tras una lenta agonía. Al igual que sucede con los toros en muchas ocasiones se utiliza el descabello. El descabello o espada de cruceta es un arma que a modo de espada se aplica entre la primera y segunda vértebra cervical. Por último se utiliza la puntilla en el espacio occipito-atlantoideo, justo detrás de la cabeza del animal. Esto provoca una parada respiratoria y una incapacidad absoluta de movimiento, pero no la muerte, que vendrá después debido a la asfixia del becerro.

P: ¿En cuántos pueblos de España se calcula que se celebra dicho festejo?

R: Según los datos del ministerio en el año 2017 se celebraron 141 becerradas. El número de becerradas ha descendido más de un 30% en los últimos cinco años, pero aunque hubiera una sola becerrada en nuestro país ya serían demasiadas.

P: ¿Qué grado de responsabilidad tienen los ayuntamientos de dichos pueblos y por qué no prohíben festejos de esta clase?

R: Prácticamente toda, junto con el gobierno central que no quiere prohibirlas y podría hacerlo, ya que casi siempre son los ayuntamientos los que las promueven o las financian. Es algo muy enraizado en algunos pueblos pero que por coherencia debe acabar y buscar alternativas de ocio y diversión en las que no se maltraten animales.

P: ¿Qué diferencias podemos destacar entre las becerradas y una corrida al uso?

R: La principal diferencia, además de la ausencia de picadores, es la edad de los  animales. En las corridas de toros los animales deben tener entre cuatro y seis años, en las becerradas se lidian machos menores de dos años. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida de un vacuno podría llegar a los 25 años vemos que son animales realmente pequeños.

Otra diferencia es que en las corridas de toros los matadores deben estar inscritos en el registro de profesionales taurinos, mientras que en las becerradas, tal y como vemos en multitud de ocasiones, los que ejecutan a los animales pueden ser aficionados sin ningún tipo de experiencia.

P: Como veterinario ¿qué tipo de daños, no sólo físicos, sufre el animal?

R: Los daños físicos son muy evidentes: intenso dolor que provocan las banderillas y las heridas provocadas por la espada, hemorragias, hipoxia… y un largo etcétera que culmina en una lenta agonía, pero los físicos no son los únicos daños que sufre el animal.

Está demostrado que los toros y en este caso los becerros sufren estrés y agonía antes y durante su lidia. Incluso el apartarlos de su manada (los toros de lidia son muy gregarios) y meterlos en un medio de transporte ocasiona un gran estrés en los animales. Durante la lidia son sometidos a situaciones prejudiciales para ellos, como el encontrarse en un lugar extraño, mucho ruido y la amenaza de la gente que está en la arena. Todo ello, sin duda, provoca situaciones de estés en los animales, hecho que puede comprobarse mediante la alteración de los niveles basales de algunas hormonas.

P: ¿Qué edad tienen los becerros y qué grado de desarrollo mental y físico tienen? 

R: En las becerradas los animales utilizados tienen alrededor de un año, y en cualquier caso siempre deben ser menores de dos años.

El desarrollo psicomotor de estos animales aún no está completamente desarrollado, se puede comprobar como durante su lidia presentan problemas de coordinación y equilibrio, sufriendo múltiples caídas y tropezones. El desarrollo físico también dista mucho del que tendrán cuando se consideren adultos, presentando un peso muy inferior al final, aproximadamente un tercio, escaso desarrollo muscular e incluso la prácticamente ausencia se su única defensa, los cuernos.

Los propios medios taurinos hablan de que con esta corta edad los becerros tienen “comportamiento infantil”, y es que al fin y al cabo no dejan de ser eso, cachorros de toro.