La polémica del beso no consentido del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora de la Selección Femenina de Fútbol Jenni Hermoso está posicionando en un escenario de lo más complejo al mundo futbolístico nacional e internacional.

La FIFA suspendió “provisionalmente” a Rubiales el pasado sábado y, pese a que aún hay que esperar a conocer la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la Federación ya ha comenzado a tomar medidas sancionadoras. El único organismo que aún no ha tomado partido en el escándalo ha sido la UEFA, de la cual Rubiales es vicepresidente. Entonces, ¿por qué aún no han movido ficha?

Al ingresar en la página web oficial de la UEFA, puede comprobarse cómo, en el organigrama corporativo, Luis Rubiales continúa figurando como vicepresidente, cargo que ocupa desde 2019, un año después de ser elegido presidente de la Federación.

Por el momento, el máximo organismo de fútbol europeo, dirigido por Alexander Ceferin, no se ha manifestado sobre la postura que adoptará en relación con el puesto que ocupa el presidente de la RFEF con el trasfondo del escándalo del Mundial Femenino y, preguntados por este periódico ante esta misma cuestión, a fecha de publicación de este artículo, no se ha obtenido respuesta. En la misma medida, la UEFA tampoco se ha pronunciado sobre el lamentable hecho que sufrió la jugadora española Jenni Hermoso en pleno apogeo de la victoria de las campeonas en Australia.

El escándalo deportivo ha traspasado fronteras, llegando a la prensa internacional con el mismo apogeo con el que se está tratando en territorio nacional. Siendo así, la ONU también ha tomado posturas y, en palabras de su alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, se ha solidarizado con Jenni Hermoso para, en estos términos, esperar que se produzca un desenlace que “marque un punto de inflexión” en el deporte con el que las mujeres dejen de “seguir siendo objeto de acoso sexual y abusos”.

¿Cuánto dinero perdería Rubiales si es suspendido?

Si llega a materializarse la salida de Rubiales como presidente de la RFEF perdería un total de 925.761,81 euros en ingresos brutos. Esta cantidad se desgrana de la siguiente manera: como presidente de la Federación percibe 675.761,87 euros; 250.000 por la vicepresidencia de la UEFA y por pertenecer al comité ejecutivo y, por último, los 3.000 euros mensuales de ayuda a la vivienda que, en concepto anual, son 36.000 euros. En línea con los últimos datos publicados en el apartado de transparencia de la RFEF, que datan del 2022, conforme a la subida del IPC en un 6,5%, la cantidad asciende a 675.761,87 euros.

Durante las últimas horas han trascendido dos hechos de máxima relevancia que confirmarían el declive de Rubiales en el mundo futbolístico. Este lunes por la noche, los presidentes territoriales de la Federación acordaron, por unanimidad, la exigencia a Rubiales para que dimita y, de no producirse este escenario, se procedería a convocar una moción de censura. Ya este martes, la RFEF ha anunciado que Rubiales se le han retirado el coche oficial, el sueldo y todos los recursos federativos, incluyendo así los dispositivos móviles y el ordenador.

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También queda pendiente de conocer la decisión que tomará el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en cuanto a la petición del Consejo Superior de Deportes (CSD) por una posible vulneración de dos artículos de la Ley del Deporte que supondrían infracciones “muy graves” y por la cual se reclamó su inhabilitación. Esta tarde del martes, el CSD ha remitido la documentación requerida por el tribunal para completar la investigación y poder ofrecer, así, una respuesta sólida ante el caso. En el caso de que el TAD incoe el expediente, el CSD, en un plazo de 48 horas, podrá convocar a la Comisión Directiva para adoptar las medidas correspondientes hasta que el tribunal resuelva el caso.

Rubiales contactó con la UEFA para atacar al Gobierno

El pasado viernes, en pleno auge de la polémica y coincidiendo con su criticado discurso en la Asamblea de la Federación, la mano derecha de Rubiales y secretario general de la RFEF, Andreu Camps, envió una carta a la UEFA en la que denunciaba al Gobierno central de Pedro Sánchez por “intervencionismo” en el mundo del fútbol, un movimiento por el que se puso en jaque la participación de todos los clubes españoles en Europa y de la Selección en la próxima Eurocopa.

En la misiva, Camps se refirió, expresamente, a las posturas adoptadas por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta; y el presidente del CSD, Víctor Francos.