El jugador del Real Madrid, Vinicius Jr, ha declarado como perjudicado en el procedimiento abierto por el Juzgado de Instrucción Número 10 de Valencia por los insultos racistas que sufrió por parte de varios aficionados del Valencia CF en Mestalla en el encuentro entre el club blanco y el equipo Che. Según ha podido saber ElPlural.com de fuentes cercanas al caso, Vinicius ha declarado que "se sintió humillado y ofendido", y ha ratificado la denuncia que presentó LaLiga por estos hechos. La causa está abierta contra tres aficionados como presuntos autores de un delito de odio.

El artículo 510 y sus penas

La declaración de Vinicius, que ha durado alrededor de 40, pone en jaque a las defensas, pues al haberse sentido humillado y ofendido, las penas pueden ser las de la horquilla más alta dentro del delito de odio.  El artículo 510.1 en su epígrafe A especifica que cometerán el delito: “Quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel, por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, aporofobia, enfermedad o discapacidad”. Las penas para este epígrafe oscilan entre uno a cuatro años de cárcel y multa de seis a doce meses.

En el caso del artículo 510.2. también en el apartado A, dice el Código Penal que lo cometerán “quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de alguno de los grupos a que se refiere el apartado anterior, o de una parte de los mismos, o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a ellos por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, aporofobia, enfermedad o discapacidad”.

En este caso, las penas oscilan entre los seis meses a dos años de prisión y multa de seis a doce meses. Pero el propio código contempla la posibilidad de elevar las condenas. “Los hechos serán castigados con una pena de uno a cuatro años de prisión y multa de seis a doce meses cuando de ese modo se promueva o favorezca un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación contra los mencionados grupos” dice el articulado.

Además de Vinicius Jr, la magistrada instructora del conocido como caso Vinicius ha citado, el próximo 23 de noviembre, al jugador del Real Madrid, Eder Militao, en calidad de perjudicado. La juez ha tomado esta decisión después de que a dirección letrada de LaLiga ampliara la denuncia aduciendo que el jugador también fue objeto de expresiones vejatorias de carácter racista en el campo de Mestalla en el encuentro entre el club blanco y el Valencia CF. La magistrada también ha citado a uno de los imputados el próximo día 30 para que realice una declaración ampliatoria.

Noticia mundial

No es la primera ni será la última vez que se han visto insultos racistas en un campo de fútbol. Pero lo sucedido en Mestalla conviryió a liga española en el epicentro mediático mundial por el enésimo espectáculo racista. Esta vez -una más- contra el jugador del Real Madrid Vinicius Júnior.

Antes y durante el partido que el club blanco disputaba en Mestalla contra el Valencia, aficionados del conjunto che insultaron al extremo zurdo merengue con gritos de “eres un mono” o emulando el sonido de un primate. Un capítulo más en una temporada plagada de actos similares, con la salvedad de que, en esta ocasión, el globo en su totalidad ha posado los ojos sobre España para mostrar su solidaridad con el internacional brasileño, desde el presidente de su país, Luis Inazio Lula da Silva, hasta los medios de comunicación de todo el planeta. El torneo que dirige Javier Tebas está bajo sospecha.