Los vocales del Consejo General del Poder Judicial han dado un paso hacia delante, y han decidido retomar las negociaciones para designar los dos magistrados del Tribunal Constitucional que debe nombrar el órgano de Gobierno de los jueces. Así, desde el bloque progresista han designado como candidato al magistrado de la Sala de Lo Contencioso-Administrativo, José Manuel Bandrés.

De hecho, los vocales interlocutores de ambos bandos se reunirán esta tarde a las cuatro. Así, con esta vuelta a las negociaciones, los miembros del Poder Judicial dan la espalda al PP y a su rechazo a renovar el CGPJ. Especialmente llamativo es el cambio de rumbo de los conservadores, quienes han levantado el veto a renovar los magistrados del TC.

Ahora falta encontrar un segundo nombre, que sea de consenso para ambos bloques. Entre los que suenan con fuerza dentro del bloque conservador está Pablo Llarena, aunque manifestó no querer ser elegido; el presidente en funciones del Supremo, Francisco Marín Castán, y el exfiscal general del Estado y magistrado de la Sala Segunda, Julián Sánchez Melgar, que es un magistrado altamente valorado tanto por los progresistas como por los conservadores.

En cuanto a la votación de los progresistas para elegir un candidato para el Tribunal de Garantías, según las fuentes presenciales, todos los vocales han apoyado a Bandrés excepto la vocal Mar cabrejas, quien ha preferido dar su voto a otro de los candidatos que sonaban con fuerza, el magistrado Pablo Lucas.

Según las fuentes consultadas, los vocales del Consejo General del Poder Judicial pretender haber llegado a un acuerdo sobre los dos nombres antes del día 10 de noviembre, día previsto para el pleno en el que votarían ambas candidaturas. Si finalmente salen adelante los nombramientos supondría un duro revés para el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feióo, quien ya no podría hacer nada para evitar un vuelco en las mayorías del Tribunal Constitucional que pasaría de mayoría conservadora a mayoría progresista. 

La duda que surge es qué hará Feijóo si finalmente pierde la batalla del Tribunal Constitucional. ¿Se atendrán entonces a renovar el Consejo general del Poder Judicial o seguirá bloqueando la renovación de un órgano que en diciembre cumplirá cuatro años en funciones? Un órgano que no puede realizar nombramientos, lo que está suponiendo un colapso de la Justicia, especialmente dentro del Tribunal Supremo donde dentro de poco habrá salas que no podrán sacar sentencias por falta de magistrados.