Un hombre de 63 de años fue detenido por los Mossos d’Esquadra hace tres semanas tras saltar todas las alarmas ya que planeaba atentar contra el presidente aprovechando su pericia como francotirador. Según desvela Público en exclusiva, Manuel Murillo Sánchez fue capturado, tal y como revela el sumario (declarado secreto hasta hace pocos días) de un proceso que instruye el Juzgado número 3 de Terrasa (Barcelona), ciudad en la que nació y donde residía.

El sujeto era vigilante de seguridad y no solo le gustaban las armas, sino que tenía mano con ellas. Era capaz de modificarlas y destacaba como tirador en el club de tiro olímpico del Vallés.

Murillo Sánchez creó un grupo de whatsapp muy reducido donde anunció sus intenciones con el objetivo de buscar aliados. ¿El motivo? El hombre enloqueció después de que Sánchez anunciara que exhumaría los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.

"Estoy dispuesto a sacrificarme por España", escribió en el chat, que fue lo que despertó todas las alarmas de los integrantes del grupo.

En su domicilio fueron halladas16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. Además, tenía dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.

Según Público, Moncloa está al tanto de todo y Pedro Sánchez no corrió peligro en ningún momento. Fue una integrante del grupo de whatsapp quien informó de sus intenciones. Ahora, se encuentra en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell.