El jugador del FC Barcelona, Leo Messi, y su padre están dispuestos a pagar a Hacienda 18 millones de euros en concepto de multa para evitar llegar a juicio y que el astro del fútbol sea condenado por un delito fiscal, que podría implicar incluso penas de cárcel. Messi y su padre están acusados por la Agencia Tributaria de un delito de evasión por un importe de 4 millones de euros durante tres años. Según Hacienda  el jugador declaraba el sueldo que le pagaba el Barcelona, pero no los ingresos por la explotación de sus derechos de imagen que los derivaba a empresas domiciliadas en otros países.

Líos de cuentas de famosos
No es el único famoso en el punto de mira del fisco. Recientemente varios medios de comunicación informaban que la tenista Arantxa Sánchez Vicario había llegado a un acuerdo con sus padres para poner fin a un largo periplo judicial que se inició cuando la ex tenista acusó a su familia de haberse apropiado de más de 16 millones de euros de su fortuna. Sea cierto o no, la Audiencia de Barcelona ha ordenado reabrir el caso.

La denuncia provocó que se investigara el patrimonio de la tenista y su familia, porque ella misma habló de cuentas en el extranjero. A pesar del acuerdo familiar para no acabar en el juzgado, la Audiencia de Barcelona ha ordenado reabrir la querella que presentó Arantxa Sánchez Vicario contra su padre, su hermano Emilio, el abogado Bonaventura Castellanos y el economista Francisco de Paula Oro. La Audiencia ha revocado el sobreseimiento del caso que había dictaminado el juzgado de instrucción número 28 de Barcelona y ordena que se tome de nuevo declaración a los imputados.