El magistrado del caso Koldo, Leopoldo Puente, ha dejado en libertad, pero con medidas cautelares, a los primeros tres empresarios citados a declarar como imputados, han negado haber realizado ningún pago en B a los cabecillas del entramado corrupto. Este viernes han acudido al Tribunal Supremo José Ruz de Levantina Ingeniería y Construcciones, y los hermanos Daniel y Antonio Fernández Menéndez de la empresa Obras Públicas y Regadíos (OPR). En el caso de los hermanos Fernández Menéndez sí que han admitido que contrataron a la mujer de Koldo García, Patricia Uriz. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado la retirada del pasaporte a Ruz y la obligación de firmar en el juzgado para los tres empresarios, medidas aceptadas por el juez. Estas son las primeras declaraciones que se han realizado después de que el juez instructor enviara a prisión al exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán.
Los tres aparecen en el conocido ya como 'informe Cerdán' de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en el que los señalaban como presuntos pagadores de las supuestas mordidas cobradas por la trama corrupta formada por Cerdán, el exministro de Transportes José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García. Durante su comparecencia, Ruz ha reconocido que Koldo le dio un teléfono para hablar de "temas sensibles", y que sí que es cierto que cuando eso sucedía, en el teléfono normal hablaban de "café" o de "tomar café". Pero que esas conversaciones sensibles eran para que Koldo le pidiera trabajo para gente relacionada con el partido, pero no para amañar contratos.
Uno de los hermanos de OPR ha explicado que sí que conocían a gente del Ministerio de Transportes y que, de vez en cuando, iba a verlos, pero lo ha justificado diciendo que las personas que trabajan con obra pública tienen que conocer a las personas del Ministerio. Las fuentes consultadas han dicho que esta afirmación "ha enfadado al juez". Y en cuanto a porqué empezaron a tener contratos públicos cuando Koldo entró en el Ministerio, han afirmado que entes estaba la crisis y no había dinero.
Ruz por su parte ha reconocido que contrató a Koldo García, tal y como aparece en el sumario, pero según su versión el contrato era un tema de seguridad para vigiar una de las obras que tenía la empresa Levantina.
Fuentes cercanas a la defensa de Cerdán han mostrado su "sorpresa" porque, según afirman, ni el juez ni el fiscal han realizado ninguna pregunta relacionada con Cerdán, ni sobre si reclamó o no el dinero de las supuestas mordidas. Explican estas fuentes que el interrogatorio a los empresarios se ha centrado en los mensajes de WhatsApp que aparecen en el informe de la UCO entre ellos y Koldo García.