La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al depredador sexual Dumitru R. N. a casi trescientos años de prisión. Durante la celebración de la vista, el acusado reconoció haber abusado de más de una veintena de niñas, de entre dos y trece años, bajo los efectos del alcohol y admitió también haber grabado esos abusos en su dormitorio con el objeto de difundir posteriormente esas imágenes en una red de pedófilos y otros canales.

Entre los hechos probados de la sentencia, a la que ha tenido acceso ElPlural.com, está cómo se detectó a este peligrosísimo pederasta. Así, el fallo explica que, en julio de 2018, se tuvo conocimiento en la base de datos “ICSE”, gestionada por “Interpol”, que revela datos de compartimiento de videos de pornografía infantil, de una nueva serie, denominada “Dary & Lusy”, obtenida de la red pedófila “Magic Kingdom”, que pertenece a la red “TOR”, conocida por ser una de las redes pedófilas más peligrosas en las que los pedófilos intercambian consejos para evitar ser detectados por la policía.

En la serie “Dary & Lusy” se observa al acusado realizando actos sexuales con varios menores de edad en varios momentos, viéndose en los vídeos los rostros del autor y las caras de determinadas niñas menores de edad, todas ellas de habla y ascendencia rumana, realizados en el domicilio del acusado.

La Policía detuvo al depredador sexual y, en su casa, entre el material intervenido se encontraron numerosos archivos con fotografías y videos relativos a menores de edad en claros y explícitos comportamientos sexuales, siendo algunos de ellos especialmente degradantes y vejatorios, apareciendo las menores siendo penetradas anal y/o vaginalmente por el acusado.

También se encontraron en el registro de la vivienda del acusado cinco micro cámaras, instaladas con el fin ilícito de captación de imágenes de los menores que acudieron a la vivienda en el período comprendido entre los años 2009 a 2018, menores que resultaron ser conocidas de sus hijos o hijos de conocidos propios, aprovechando las circunstancias de llevarlas y traerlas del centro escolar por ocupaciones laborales de sus padres y con permiso de los mismos, grabando los abusos sexuales cometidos con tales menores en sus dispositivos electrónicos, así como poseyendo en estos dispositivos electrónicos, a su disposición, una gran cantidad de pornografía infantil, alguna de producción propia y otra ajena.

Los delitos

Los magistrados le consideran autor penalmente responsable de seis delitos continuados de elaboración y distribución de pornografía infantil, ocho delitos de elaboración y distribución de pornografía infantil, cuatro delitos continuados de abuso sexual con penetración, dos delitos continuados de abuso sexual sin penetración, tres delitos de abuso sexual con penetración, cinco delitos de abuso sexual sin penetración, un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil y nueve delitos de descubrimiento de secretos, con la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de confianza en los delitos cometidos sobre seis menores.

Además de las correspondientes indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil a algunas de las víctimas, que oscilan entre los 20.000 y los 10.000 euros, y entre los 3.000 y los 2.000 euros para cada uno de los padres, en el fallo de la resolución, de 66 páginas, se decreta el comiso del material informático incautado que contenga archivos de pornografía infantil, así como la imposición al ahora condenado del pago de las costas procesales causadas, incluidas las de las acusaciones particulares. Por último, se fija en veinte años el tiempo máximo de cumplimiento efectivo de la condena.