Los procesados por la pieza valenciana de Gürtel, que afecta a varios contratos de Fitur, no han conseguido echar al magistrado de la Audiencia Nacional, José Ricardo de Prada. El pleno de Sala de la audiencia ha rechazado, por unanimidad, la recusación presentada por el exdirector general de la Generalitat, Rafael Peset, que pretendía apartar al magistrado del juicio que sentará en el banquillo al que fuera presidente de la Generalñitat Valenciana, Francisco Camps.

De hecho, el propio Camps trató de conseguir que De Prada no sea uno de los tres jueces que decidirán sobre la culpabilidad o la inocencia de los procesados en esta pieza. Tal y como ha adelantado la Cadena Ser, el ponente de la decisión, el también juez de la Audiencia Nacional, Francisco Martel, ha sido lapidario en sus conclusiones sobre si existe una posible animadversión hacia el Partido Popular por parte de De Prada. Así, Martel ha dicho que las pretensiones carecen de fundamento, solo están basadas en recortes de prensa discutibles y ni siquiera debió llegar a pleno el asunto.

Esta respuesta tan contundente, so solo afecta a los peticionarios, sino también al juez, Francisco Vieira, quien, con el fiscal en contra, elevó al pleno la recusación para que fuera discutida por los 15 jueces que lo conforman. Vieira es el juez que, mientras era presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se fue a comer con el entonces secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, tan solo 24 horas antes de que ese tribunal asumiera el caso Gürtel.

Pero, además, también fue él el que anuló las escuchad autorizadas por el entonces magistrado instructor de esa causa, Baltasar Garzón. Unas escuchas que terminaron por costarle la expulsión de la carrera judicial a este juez de la Audiencia Nacional.