Abdou, el joven senegalés que protagonizó la icónica foto del abrazo con una voluntaria de Cruz Roja al llegar a España el año pasado, sufrió la expulsión del país el mismo día que entró a nado en Ceuta por la costa del Tarajal. Ahora, más de un año después, ha elevado su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para denunciar esta práctica que arrebata la protección y las garantías que ofrece la legislación de un Estado a las personas recién llegadas, conocida como ‘devolución en caliente’ y condenada por las Naciones Unidas​​​​​​​​​​​​, pero que, pese a ello, las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles continúan ejerciendo.

La imagen que conmocionó a España fue objeto de ataques machistas hacia la voluntaria de la Cruz Roja que abrió sus brazos para consolar a una persona exhausta recién llegada a nado a la costa y también lo fue esta última, Abdou, quien igualmente recibió ataques de corte racista por perseguir una vida mejor en este país del sur de Europa. Sin embargo, esta situación también provocó una oleada de reacciones en apoyo a ambos protagonistas de ese momento tan humano que se produjo en las costas de Ceuta.

El viaje de Abdou hasta España

El pasado 16 de mayo, según elDiario.es, el Tribunal de Estrasburgo confirmó por escrito a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la ONG que presta apoyo jurídico a Abdou, que su expediente será “sometido a examen del tribunal tan pronto como sea posible”. Para la demanda, la organización ha aportado también las imágenes que constatan íntegramente el proceso de expulsión del joven desde su entrada en suelo español, concretamente el de la ciudad autónoma de Ceuta, procedente del lado marroquí.

Atendiendo a lo recogido por CEAR y enviado al Tribunal de Estrasburgo, Abdou partió desde Casablanca el 16 de mayo de 2021 hacia Tánger “después de escuchar que iban a abrir la frontera hispano-marroquí” y, dos días después, el 18 de mayo, nadó durante “unos 15 o 20 minutos” para llegar a Ceuta. Tal y como relata Paloma Favieres, coordinadora jurídica de la ONG, el senegalés pisó sueño español “a las ocho de la mañana y hasta las cinco de la tarde estuvo tirado en la playa”: “Estuvo nueve horas en suelo español”. Tras ello, Abdou “fue devuelto sin mediar procedimiento, identificación individual, sin asistencia letrada, sin asistencia de intérprete y sin ningún tipo de información por parte de las autoridades españolas”.

Denuncia ante Estrasburgo

En el caso de Abdou, CEAR ha denunciado ante el Tribunal de Estrasburgo que esta actuación viola el protocolo 4 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, en lo que se refiere a la prohibición de toda expulsión colectiva. De la misma forma, la organización también señala el incumplimiento del artículo 13 del Convenio Europeo para los Derechos Humanos, que garantiza la posibilidad de que cualquier persona forzada a retornar a su país pueda recurrir la decisión de manera efectiva.

“La devolución inmediata de los extranjeros en Ceuta el 18 de mayo de 2021 se realizó sin procedimiento de identificación, que permita el análisis individualizado de la situación de cada uno, donde las personas extranjeras puedan exponer sus argumentos y la ausencia de resolución de expulsión que pudiera garantizar el acceso a un recurso efectivo”, explica el escrito registrado por la abogada de Abdou ante el Tribunal de Estrasburgo. En España, aunque el PSOE se ​​​ha comprometido en numerosas ocasiones a acabar con las expulsiones denominadas ‘devoluciones en caliente’, la postura del actual Ministerio del Interior, encabezado por el mismo partido, avala este tipo de prácticas contrarias a los Derechos Humanos.