La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado los umbrales de calidad del aire para combatir la contaminación en el planeta, que según sus estimaciones provoca más de 7 millones de muertes al año. Sólo siete ciudades españoles de las 80 más pobladas cumplen con el nuevo límite de exposición anual al dióxido de nitrógeno: Badajoz, Benidorm, Cáceres, Elda, Palencia, Telde y Zamora. La situación no es mejor para el resto de Unión Europea, donde sólo 27 capitales de los estados miembros consiguen ese nivel.

La OMS ha decidido esta semana rebajar a una cuarta parte el nivel de seguridad respecto a la exposición anual al dióxido de nitrógeno, de 40 microgramos por metro cúbico hasta los 10 microgramos. Según un análisis realizado por El País a partir de los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) y tomando como año de referencia 2019 (antes de la pandemia), sólo siete ciudades estarían dentro de los márgenes recomendados ahora por el organismo internacional: Badajoz, Benidorm, Cáceres, Elda, Palencia, Telde y Zamora. Con anterioridad, prácticamente la totalidad de las estaciones de control de la calidad del aire de las ciudades españolas más pobladas estaban de media por debajo de los 40 microgramos por metro cúbico. La mayoría de las 80 grandes ciudades españolas se movían en una horquilla de entre 10 y 30 microgramos por metro cúbico en 2019.

Las ciudades con peores datos

Las 10 ciudades con peores datos de media triplican ampliamente el nuevo límite de 10 microgramos. La lista la encabezan Granada (43 microgramos), Coslada (39), Mollet del Vallès (39), Murcia (38) y Terrassa (37). Le siguen Leganés (36), Madrid (35), Granollers (35), Getafe (33) y Barcelona (32).

La Comisión Europea está ahora en proceso de revisión de su directiva de calidad del aire y se espera que las instituciones comunitarias acaben elevando los límites legales de los principales contaminantes, pero tampoco es seguro que la Unión adopte de manera inmediata el restrictivo límite de 10 microgramos que recomienda la OMS.

Según los mismos datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, en 2019 todas las capitales de la UE superaron la exposición máxima de 10 microgramos por metro cúbico. Los peores resultados se registraron en Bucarest (57,18 microgramos), en Roma (38,9), París (37,54), Berlín (37,13) y Atenas (36,89).